viernes, 17 de enero de 2014

Un meteorito célebre (**)

El meteorito marciano (c Nasa-Caltech)
 

Un meteorito célebre

 
El 7 de Agosto de 1996, el mundo se desayunaba con el siguiente titular en primera página del periódico New York Times: “Pruebas en un meteorito parecen mostrar antiguos indicios de vida en Marte”. Esta afirmación, junto con la correspondiente rueda de prensa organizada por la NASA y unas declaraciones de apoyo al descubrimiento por parte del mismísimo presidente Bill Clinton, convirtieron a una humilde roca procedente de Marte en el meteorito más famoso de la historia, el célebre ALH84001.

Encontrado en las colinas Alan Hills, en la Antártida (de ahí las iniciales ALH), este meteorito lleva más de 17 años siendo objeto de estudio por parte de laboratorios de todo el mundo, ha hecho fluir auténticos ríos de tinta y ha sido uno de los catalizadores principales del moderno auge de la astrobiología, la ciencia que intenta responder a la pregunta de si estamos o no solos en este gigantesco universo.
 
Que el ALH84001 procede de Marte está casi fuera de toda duda, ya que la composición de las trazas de gas atrapadas en la roca es idéntica a la de la atmósfera del  planeta rojo. Los estudios mediante radioisótopos han determinado que ALH se formó en Marte hace unos 4,500 millones de años, siendo impulsado al espacio por el impacto de un asteroide hace 16 millones de años y habiendo llegado a la Tierra hace unos 13,000.
Pero lo que hace extraordinario a este meteorito son las características de su interior. En primer lugar, contiene glóbulos de calcita (algo que revela que la roca ha sido expuesta en algún momento a la acción del agua) cuya composición en patrones de capas sucesivas es un rasgo que podría delatar un origen biológico. Además, estos glóbulos incluyen granos de magnetita y pirrotina, algo muy poco habitual en el caso de procesos no biológicos puesto que estos compuestos no se forman bajo las mismas circunstancias. En segundo lugar, hay cantidades apreciables de moléculas orgánicas complejas, tales como hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminoácidos, que en la Tierra se producen a menudo como consecuencia de la degradación de moléculas biológicas, aunque no exclusivamente. En tercer lugar, se observan al microscopio unas estructuras con forma de salchicha muy parecidas a los fósiles de bacterias terrestres, aunque de un tamaño mucho más pequeño y que podrían ser otra cosa.
 
Los escépticos siempre han argumentado que cada una de estas características puede explicarse mediante mecanismos no biológicos, lo cual es totalmente cierto, y que el aceptar la existencia de vida extraterrestre requiere pruebas mucho más contundentes, pero los defensores de la hipótesis biológica aducen que la coincidencia de tantas propiedades inusuales es un magnífico ejemplo de la “navaja de Ockham” (*). Además, en los últimos años se han detectado otras extrañas características en la roca, como la presencia de cristales de magnetita en forma de collares cuya configuración es casi idéntica a la que producen ciertas bacterias sin que exista un mecanismo alternativo para explicarlo, aunque contienen defectos poco habituales en caso de haberse formado dentro de una célula.
 
¿Quién tiene razón? Es difícil de decir. La tecnología actual no permite llevar a cabo un  análisis a nivel molecular con el grado de precisión que permitiría dilucidar si las peculiaridades de ALH84001 son de origen biológico o, por el contrario, se trata de otra falsa alarma, por lo que todavía habrá que esperar. Entretanto, la comunidad científica se divide entre escépticos y creyentes (mayoritariamente los primeros), mientras que no cabe duda de que el famoso meteorito marciano ha proporcionado a la astrobiología un impulso solo comparable al del descubrimiento de los planetas extrasolares.
¡Hasta la semana que viene!
 
(*) Criterio según el cual, a igualdad de condiciones es más probable que sea cierta la hipótesis más sencilla para explicar un fenómeno. En el caso que nos ocupa, la hipótesis biológica explicaría todas las extrañas características del ALH84001, lo cual no sucede en el caso contrario, que requiere de la intervención de varios procesos diferentes para justificar todas sus peculiaridades.

(**) Esta entrada es una adaptación de parte de nuestro nuevo libro acerca de la búsqueda de vida extraterrestre. 

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