tag:blogger.com,1999:blog-80792578413417189552024-03-13T02:01:51.118+01:00StarcienciaCuriosidades de la historia de la cienciaAlejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.comBlogger98125tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-1544185726761699042019-04-07T00:39:00.000+02:002019-04-07T00:45:37.446+02:00El día que Halsey se quedó sin portaaviones<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE3QYiK2x4XlHcn1kouOTKhoaicMddoXdtOElfTBBY-kyLmzDLB0nFDjfyQaj5zQWqib5C4GWjSDK3vExQxQbj5K2VimzPwBxfq0-QDhMiebBe-Mw9BjddzPIgvMVUhLbr7yjAoOw1V6Q6/s1600/USS_Cowpens_%2528CVL-25%2529_during_Typhoon_Cobra.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="438" data-original-width="640" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE3QYiK2x4XlHcn1kouOTKhoaicMddoXdtOElfTBBY-kyLmzDLB0nFDjfyQaj5zQWqib5C4GWjSDK3vExQxQbj5K2VimzPwBxfq0-QDhMiebBe-Mw9BjddzPIgvMVUhLbr7yjAoOw1V6Q6/s400/USS_Cowpens_%2528CVL-25%2529_during_Typhoon_Cobra.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">El USS Cowpens (CVL-25), muy escorado mientras atraviesa el tifón <i>Cobra</i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;"><i><br /></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i></i><span style="font-size: xx-small;"></span><br /></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 20pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El día que Halsey se quedó sin </span></span><span style="font-size: 20pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">portaaviones</span></span></h2>
<div>
<span style="font-size: 20pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b></b><br /></span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Es bien sabido
que las tempestades y otros fenómenos meteorológicos adversos han tenido una
gran influencia en la navegación en general y, muy particularmente, en el
devenir de los conflictos bélicos en el mar. Así, desastres como el de la
Armada Invencible o el catastrófico intento de Gengis Khan de llevar su
ejército hasta el Japón fueron consecuencia de la furia implacable de los
elementos. Pero, ¿podría una tormenta poner contra las cuerdas a una moderna y
poderosa flota de portaaviones? Tal vez una simple tempestad no pueda, pero
desde luego un huracán sí que es perfectamente capaz de hacerlo. Y si no, que
se lo cuenten al almirante William “Bull” Halsey, responsable de la Task Force 38 de la marina de Estados Unidos en diciembre de 1944.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La TF 38 venía
operando a unos 500 km al este de la isla de Luzón, en el Mar de Filipinas,
llevando a cabo ataques contra los aeródromos japoneses de la zona. Durante las
maniobras de aprovisionamiento, el tiempo había comenzado a empeorar, a pesar
de lo cual los barcos permanecieron en el mismo sitio. Mientras tanto, de manera
inadvertida y ominosa, el ciclón <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cobra</i>
se acercaba lentamente a la escuadra norteamericana. Y lo que era peor, debido
al deficiente sistema de avisos de los servicios metereológicos de la época, la
información que le llegó a Halsey acerca de la situación y la dirección del
tifón era incorrecta. De esta forma, completamente ciego ante lo que se le
avecinaba, el 17 de diciembre el almirante americano dirigió a la totalidad de
la enorme Tercera Flota hacia el centro de la tormenta.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Con vientos
sostenidos de hasta 160 km/h, mar montañosa y lluvia torrencial, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cobra</i> golpeó a la TF 38 con una
violencia descomunal, provocando un desastre solo comparable al que hubiese
producido un devastador ataque enemigo que hubiese pillado a la escuadra
norteamericana sin cobertura aérea. En efecto, cuando la tempestad hubo
amainado, los destructores <i>Spence, Monaghan</i> y <i>Hull</i> se habían hundido, los portaaviones
<i>Cowpens, Monterrey, Langley, Cabot, San Jacinto, Altamaha, Anzio, Nehenta, Cape Esperance</i> y <i>Kwajalein</i> habían sufrido averías de consideración, y
otros 17 barcos estaban dañados, incluyendo a un acorazado y a dos cruceros. En total, se perdieron 146 aviones y 790 vidas. Sólo gracias al
poderío de la marina norteamericana este desastre no resultó irreparable.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Naturalmente,
la primera consecuencia de lo sucedido fue la apertura de una investigación
para depurar responsabilidades. A la luz de los hechos, pronto quedó claro que,
a pesar del empeoramiento del tiempo la Tercera Flota nunca llegó a buscar refugio
y que Halsey, un comandante muy controvertido que ya había sido criticado por
su actuación en la Batalla del Golfo de Leyte, había cometido un grave
"error de juicio" al dirigir la flota hasta el centro de la tormenta.
Halsey se libró finalmente de ser sancionado, pero en enero de 1945 se vio obligado a abandonar el mando de la Tercera Flota. Sin embargo, a todo el mundo le resultó
evidente que el verdadero motivo del fiasco no era otro que la rudimentaria infraestructura
meteorológica de la U.S. Navy, <span style="margin: 0px;"> </span>algo que
llevó a invertir de veras en su desarrollo. Con el tiempo, ello desembocó en la
creación del Joint Typhoon Warning Center, el actual organismo responsable del
mecanismo de alerta de ciclones tanto en el Océano Pacífico como en el Océano Índico
para todas las ramas del Departamento de Defensa y otras agencias
gubernamentales estadounidenses.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y es que la
meteorología es una cosa muy seria. No en vano ha decidido el desenlace de
muchas batallas a lo largo de la historia.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-16055019802576994832018-11-11T22:09:00.000+01:002018-11-11T22:10:16.003+01:00Midgley, el azote de la atmósfera<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb_KkZUfqCXd1amvGytQG8WaVZPY_-OFfkEEapwr5VFM3tLmRWJyqhBKLr8R_nYJsdVBmvuwhHZpUA835FtKy-1_qwhv7h_e4hXgkhe3vkj4TCQ0W2viZhMq4JQymRg3p7zpy51AnDwM87/s1600/3781908_640px.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="640" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb_KkZUfqCXd1amvGytQG8WaVZPY_-OFfkEEapwr5VFM3tLmRWJyqhBKLr8R_nYJsdVBmvuwhHZpUA835FtKy-1_qwhv7h_e4hXgkhe3vkj4TCQ0W2viZhMq4JQymRg3p7zpy51AnDwM87/s400/3781908_640px.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Un hombre suministrándose gasolina con plomo</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span id="goog_1123673073"></span><span id="goog_1123673074"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-size: xx-small;"></span><br /></span></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Midgley, el azote de la atmósfera</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El mundo vive en la actualidad, y desde hace muchas décadas, el reinado del petróleo, cuya primera destilación la obtuvo el persa Al-Razi en el siglo IX, aunque no se puede hablar propiamente de la industria del petróleo a gran escala hasta bien entrado el siglo XIX. Sin embargo, fue a partir de la invención del motor de combustión interna cuando el mundo comenzó a utilizar a destajo la gasolina, uno de los productos derivados del llamado oro negro al que hasta entonces no se le había encontrado utilidad alguna. Durante la primera mitad del siglo XX, el consumo de gasolina no paró de aumentar, permitiendo que de la mano del automóvil la gente se desplazase por el planeta de una forma impensable tan solo unos pocos años atrás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, la gasolina entonces disponible daba algunos problemas, muy especialmente su enojosa tendencia a entrar en combustión a destiempo, con el consiguiente perjuicio para los motores. Fue entonces cuando Thomas Midgley Jr. (1889-1944), un ingeniero norteamericano que trabajaba para la General Motors, desarrolló un aditivo, el tetraetilo de plomo, que terminaba con el problema. El inconveniente era, naturalmente, que el plomo es un metal tóxico, algo bien conocido desde los tiempos del Imperio romano, razón por la cual la industria trató de ocultar convenientemente cualquier mención a que el producto así tratado pudiese resultar ponzoñoso. De hecho, el nombre que la General Motors dio al aditivo- “etilo”- era por sí mismo y a todas luces un intento descarado de evitar el que la prometedora sustancia pudiese ser asociada con el plomo y con su indeseable consecuencia, el saturnismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero el hecho es que la asociación existía. En 1923, Midgley tuvo que cogerse unas vacaciones en Florida afectado de envenenamiento, algo que también les sucedió a varios trabajadores de las plantas de producción del aditivo. Los rumores empezaban a circular entre la opinión pública, de modo que en octubre de 1924 se organizó una infame rueda de prensa destinada a demostrar la inocuidad del tetraetilo de plomo, en la que Midgley llegó a verter el producto en sus manos y a inhalarlo durante un minuto, asegurando que podría hacer esto a diario sin ningún problema. Midgley había sido nombrado vicepresidente de la nueva General Motors Chemical Company y no tuvo ningún escrúpulo en participar en la mascarada. Sin embargo, y como era de esperar, poco tiempo después el controvertido químico volvió a caer enfermo, teniendo que cogerse una baja tras ser diagnosticado de envenenamiento por plomo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sea como fuese, el subterfugio funcionó, y la gasolina con plomo siguió utilizándose de forma extensiva a lo largo y ancho del planeta, envenenado la atmósfera de las ciudades hasta que a mediados de los años setenta la acumulación de informes acerca de los efectos de las partículas de plomo sobre la salud de los niños y el advenimiento de los convertidores catalíticos terminaron con el problema. Midgley, por su parte, había abandonado la vicepresidencia de la GMCC y, en cierto modo, había renegado del tetraetilo de plomo, pasando a dedicar sus esfuerzos a los sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Allí la industria buscaba refrigerantes que fuesen menos tóxicos y menos inflamables que los que había, y el inteligente y capaz Midgley y sus colegas dieron pronto con el diclorodifluorometano, el primero de los CFCs, más conocido como freón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero a la postre, resultó que el freón tampoco era demasiado inocente. Treinta años después de que falleciese Midgley, el mundo se dió cuenta de los efectos devastadores de los CFCs sobre la capa de ozono, lo que desembocó en el Protocolo de Montreal de 1987, en el que se obligó a la industria a sustituir paulatinamente estos gases, el freón incluido. En 2010, la revista Time colocó a la gasolina con plomo y a los CFCs en la lista de los "cincuenta peores inventos del siglo". Un embarazoso homenaje para Thomas Midgley Jr., un químico excelente del que, sin embargo, una vez se dijo que "tuvo más impacto sobre la atmósfera que ningún otro organismo individual en toda la historia de la Tierra".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span><br />
<br /></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-35658983611572965402018-06-16T23:15:00.000+02:002018-06-17T12:33:02.540+02:00El velo imposible y las extrañas máquinas anatómicas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVAQ1fmLo7AEtLCwJfu68M50WKcwf0emyvacCBvINWDQpcqX3DMii_9QQXw-lP-XdLvwzdrhxVrkZPVGe1Pi6W_ET5lkBtV2-J7lxC5_3GnfwBX-I_X67T4FzYLoFRokTMA7p01LqoWdIQ/s1600/giuseppe-sanmartino-crsito-velado2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="595" data-original-width="459" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVAQ1fmLo7AEtLCwJfu68M50WKcwf0emyvacCBvINWDQpcqX3DMii_9QQXw-lP-XdLvwzdrhxVrkZPVGe1Pi6W_ET5lkBtV2-J7lxC5_3GnfwBX-I_X67T4FzYLoFRokTMA7p01LqoWdIQ/s400/giuseppe-sanmartino-crsito-velado2.jpg" width="307" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Imagen parcial del "Cristo Velado"</span></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: x-large;"><u></u><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-size: xx-small;"></span><br /></span></span></h2>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: x-large;">El velo imposible y las extrañas máquinas anatómicas</span></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">La famosa capilla San Severo en Nápoles,
también conocida como la Pietatella, es una iglesia desconsagrada reconvertida
en museo cuya historia está repleta de leyendas desde sus comienzos. Algunos dicen
que está edificada sobre un antiguo templo dedicado a Isis, mientras que a lo
largo de los siglos han circulado todo tipo de leyendas acerca de supuestos milagros que se encontrarían detrás de su construcción. Sin embargo, la
hipótesis más plausible es la que relaciona el origen de la iglesia con el
asesinato de Fabrizio Carafa, hijo de la primera princesa de Sansevero, quien
habría mandado edificar un templo expiatorio en honor de la Virgen. En cualquier
caso, a partir de la década de 1740 el príncipe Raimondo di Sangro ordenó su
ampliación y contrató a los mejores artistas de Italia, con vistas a enriquecerla
con maravillosas obras de arte.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Entre estas obras, destaca sin duda
alguna el llamado “Cristo Velado”, una sensacional escultura en mármol realizada
por Giuseppe Sanmartino que representa a Jesucristo después de la crucifixión, acostado y
recubierto de un finísimo velo que muestra
todo lujo de detalles anatómicos por debajo del mismo.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Aunque la técnica “de los paños
mojados” es conocida por lo menos desde los tiempos de Fidias, la maestría del
trabajo de Sanmartino es tan increíble que muy pronto empezaron a circular
rumores acerca de la posible utilización de misteriosas técnicas alquímicas
para la confección del velo. En efecto, Raimondo di Sangro no solamente era masón-
todo el templo está repleto de simbología masónica- sino también un prolífico
inventor y- se dice- un experto alquimista. De hecho, se sabe que el propio di
Sangro elaboró alguno de los materiales utilizados en la ampliación de la
iglesia, tales como la masilla de la cornisa que se encuentra sobre los arcos de las
capillas laterales o algunos de los colores de la pintura con la que está decorada la bóveda. Así, a los
ojos de muchos de los asombrados observadores del “Cristo Velado”, di Sangro
habría elaborado algún tipo de procedimiento para “petrificar” el velo una vez
depositado sobre la estatua, mientras que otros hablaron de un método para “ablandar”
el mármol, permitiendo así que Sanmartino completase su a todas luces “inverosímil”
obra.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">La posible veracidad de la leyenda se
vio además avalada por la presencia dentro del templo de otras chocantes
rarezas, como las dos extrañas máquinas anatómicas halladas en los sótanos un
siglo después de la muerte del príncipe. Estas máquinas son dos esqueletos de un
hombre y una mujer (se cree que originalmente había un tercero, correspondiente a un bebé),
con un modelo anatómico del sistema circulatorio. La
representación de venas, arterias y capilares es tan realista que durante mucho
tiempo se especuló con el uso de técnicas alquímicas de embalsamamiento y, en
concreto, con una misteriosa disolución de mercurio que Raimondo habría
empleado para “petrificar” los vasos sanguíneos. ¡Incluso se llegó a decir que
el tratamiento se habría llevado a cabo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in
vivo</i> para garantizar que el preparado alcanzase hasta el último rincón del
cuerpo!</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Por fortuna, estudios recientes (los propietarios
de la Capilla obstaculizaron durante décadas el análisis de los
restos) han demostrado, más allá de toda duda, que, aunque los esqueletos son ciertamente
humanos, los modelos anatómicos fueron fabricados con una mezcla de ceras, cable metálico y fibra de seda, lo que exonera al bueno del
príncipe de haber perpetrado semejante crimen. En cuanto al fabuloso velo del Cristo, está sin duda esculpido en el mismo bloque de mármol que el resto de la estatua,
cosa ya confirmada por la documentación de la época.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Y es que siempre resulta más sugerente
suponer que hay alquimistas y misterios de por medio, antes que admitir que el increíble
talento del artista es lo único que se encuentra detrás de una de las obras
cumbre de la escultura universal.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">¡Hasta pronto!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "calibri";"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-10210572464630028552018-04-07T23:30:00.000+02:002018-04-07T23:31:26.848+02:00<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVTBrgzESP-3ovOmi1BRO9wPe2NIDwz8GX-XZkej7hS2EyEnsv5IxXOXZ0GF2xF94BBxKUG2FmUW6c0wBL40w541s3NZTmgAK5gwGRlCdMT91XqTLCAMrB8gMmABYuSiDqr3ONfcxqooO3/s1600/3715_02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1097" data-original-width="1600" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVTBrgzESP-3ovOmi1BRO9wPe2NIDwz8GX-XZkej7hS2EyEnsv5IxXOXZ0GF2xF94BBxKUG2FmUW6c0wBL40w541s3NZTmgAK5gwGRlCdMT91XqTLCAMrB8gMmABYuSiDqr3ONfcxqooO3/s400/3715_02.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Pintura que muestra el episodio del submarino navegando por el Támesis</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">CORNELIUS DREBBEL Y EL SUBMARINO QUE SE PASEÓ POR EL TÁMESIS (CON EL REY DENTRO)</span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-large;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Cuál
es el primer submarino del que se tiene información fidedigna? Por lo que sabemos, dos siglos antes
de los prototipos de Narciso Monturiol e Isaac Peral, allá por el siglo XVII, Cornelius
Drebbel, un extraordinario polímata holandés comparable a Edison o
incluso Da Vinci, fue el responsable de construir los primeros
sumergibles operativos que registra la historia.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hacia
la segunda década del siglo, Drebbel ya era toda una celebridad que se rifaban
las cortes de media Europa. Pintor, grabador, cartógrafo, alquimista e
ingeniero, había fabricado toda suerte de artilugios que producían asombro a
propios y extraños. Entre sus invenciones, se encuentran modelos de máquinas
de “movimiento perpetuo”, fuentes, una linterna mágica, una cámara oscura,
microscopios compuestos con lentes convexas, un horno
portátil equipado con termostato (uno de los primeros mecanismos de regulación
automática de la historia), y aparatos precursores del barómetro y del
termómetro. Además, participó activamente en el desarrollo de explosivos y
detonadores, así como en el diseño y ejecución de numerosas obras públicas y de
sistemas rudimentarios de aire acondicionado.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero, además de todo eso, entre
1620 y 1624, mientras trabajaba en Inglaterra para la Royal Navy, Drebbel
construyó un total de tres submarinos dirigibles de madera recubiertos de
cuero, cada uno mayor que el anterior, hasta el punto de que, según la
documentación disponible, el último era capaz de transportar hasta dieciséis
pasajeros. La propulsión era a remo (doce de los pasajeros eran remeros), con
los remos asomando fuera del casco a través de orificios sellados con cuero
impermeable. De acuerdo con las descripciones contemporáneas, la nave contaba
con una escotilla, un timón y un sistema de depósitos de agua hechos con piel
de cerdo que servían para hacer ascender o descender el submarino, además de ir
equipado con tubos sostenidos por flotadores que permitían el suministro de
aire.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Según
las crónicas, el genial inventor hizo una demostración pública de este tercer
modelo en el río Támesis, delante de miles de personas y con el mismísimo rey
James I como testigo. A tenor de lo relatado, el artefacto habría permanecido sumergido
durante tres horas, realizando el viaje de ida y vuelta de Westminster a
Greenwich a una profundidad de entre cuatro y cinco metros. Además, habría
tenido lugar una prueba de inmersión con el rey como pasajero, de modo que
puede decirse que el bueno de James fue el primer monarca de la historia que
navegó por debajo del agua. Al rey, la experiencia debió resultarle satisfactoria, ya que se sabe que durante mucho tiempo mantuvo a Cornelis bajo su protección.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Con
todo, el episodio está envuelto en las brumas de la leyenda, y de hecho hay
estudiosos que estiman que las referencias de la época pueden estar muy
exageradas, y que el famoso submarino pudo no ser más que una nave
semi-sumergible que se habría desplazado rio abajo impulsada por la corriente. Otros,
por el contrario, hablan de la posibilidad de que los conocimientos químicos de
Drebbel le permitiesen incluso desarrollar un sistema para producir oxígeno a
partir de nitrato potásico, una especulación originada en su día por un comentario del químico Robert Boyle, a quien un pasajero del submarino le habría narrado que el holandés tenía "un licor químico" capaz de sustituir "la quintaesencia del aire".</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="color: #222222; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En cualquier caso, y a pesar de las
numerosas pruebas a las que se sometió al submarino, el Almirantazgo no le vio
mucha utilidad a la idea, de modo que el sorprendente sumergible no llegó nunca
a ser producido en masa ni a entrar en combate. Por lo demás, y por extraño que
pueda parecer, las maravillosas cualidades del genial holandés no le sirvieron
para terminar su vida envuelto en riquezas. Por el contrario, murió en Londres
en 1633 en medio de la pobreza, sin llegar a sospechar que sus asombrosos inventos serían recordados para
siempre y que, varios siglos más tarde, un cráter de la Luna sería bautizado en
su honor.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="color: #222222; margin: 0px;"></span><span style="color: #222222; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-85884186524303484452018-03-01T18:00:00.000+01:002019-04-06T16:59:49.902+02:00Una flota fantasma para alcanzar las estrellas<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIgZdZ28pZrAAfrkmHjoq1VkeoIlVpIBrJoJ99sCxS3SI0oN8xDczy-tCCjN7m1jVIkxOt1N4ZvqBoPl5vt9eUsOIpX0ncvlbf-gd5mBvOG2PvXK2553wJXUZ8Lq9SIFS7kIedjZY9FnoR/s1600/SMS_Hindenburg_sunk.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="822" data-original-width="1024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIgZdZ28pZrAAfrkmHjoq1VkeoIlVpIBrJoJ99sCxS3SI0oN8xDczy-tCCjN7m1jVIkxOt1N4ZvqBoPl5vt9eUsOIpX0ncvlbf-gd5mBvOG2PvXK2553wJXUZ8Lq9SIFS7kIedjZY9FnoR/s400/SMS_Hindenburg_sunk.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Las chimeneas del <i>Hindenburg</i> asomando por encima del agua</span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> fl</span>ota fantasma para alcanzar las estrellas </span></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El 21 de noviembre de 1918, y siguiendo las
condiciones del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, la Flota
de Alta Mar alemana se entregaba en bloque a sus rivales británicos y anclaba
en <span style="color: #404040; margin: 0px;">la costa de la Isla de May, en las afueras del
fiordo de Forth. En total, se rindieron 74 naves de guerra, que poco después
quedaron internadas en la base de Scapa Flow, en las islas Orcadas.<span style="color: #b00000; font-family: "times new roman";"> </span></span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="color: #404040; margin: 0px;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero en la mañana del 21 de junio de 1919, y
ante la perspectiva de que los barcos se convirtiesen en propiedad del gobierno
británico o fuesen repartidos entre sus antiguos enemigos, el contraalmirante
Ludwig von Reuter ordeno el hundimiento inmediato de toda la escuadra. De este
modo, quince acorazados y cruceros de batalla, cinco cruceros y treinta y dos
destructores fueron echados a pique.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En los años de entreguerras, casi todos los
navíos fueron recuperados por motivos fundamentalmente económicos, muchos de
ellos por el empresario Ernest Cox, quien se retiró siendo conocido como “el
hombre que compró una armada”. Sin<span style="margin: 0px;">
</span>embargo, los siete pecios que se encontraban en aguas más profundas, los
acorazados <i style="mso-bidi-font-style: normal;">König</i>, <span style="margin: 0px;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kronprinz
Wilhelm</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Markgraf</i>, junto con cuatro
cruceros ligeros, nunca fueron reflotados y permanecen en Scapa Flow. En la
actualidad, están protegidos bajo el Acta 1979 de áreas arqueológicas y
antiguos monumentos, y son una buena fuente de ingresos para la zona debido el interés
que despiertan entre los turistas aficionados al buceo.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hundidos para siempre? No. Resulta que los dispositivos
sensibles a la radiación, tales como los contadores Geiger y los detectores de
radiación que van a bordo de las naves que enviamos fuera de nuestro planeta
han de utilizar materiales no contaminados, con objeto de que las lecturas que
arrojen sean en todo momento correctas. Pero sucede que TODO el acero producido
en nuestro planeta después de 1945, cuando comenzaron las pruebas nucleares,
está contaminado con una cierta cantidad de material radiactivo que, aunque
resulta insignificante a casi todos los efectos, es suficiente para interferir en
el funcionamiento de los delicados instrumentos.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Entonces, a alguien se le ocurrió que en las
oscuras aguas del fondeadero de las Orcadas se conservaban miles de toneladas
de acero de la mejor calidad, fabricadas en una época en la que las armas
nucleares brillaban por su ausencia. Así, todos los años pequeñas cantidades
del codiciado metal son extraídas de los fantasmales restos de los barcos y puestas
a disposición de la comunidad científica, que gracias a eso ve como se reducen
sus quebraderos de cabeza a la hora de poner a punto sus instrumentos de alta
precisión, esos que sobrevuelan nuestro planeta, se acercan a la Luna o a otros
cuerpos de nuestro Sistema Solar.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y así, de esta forma inesperada, el acero del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">König</i> o del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Markgraf </i>anda dando vueltas por el espacio mientras los acorazados a
los que pertenece reposan en su tumba líquida de Scapa Flow. Una extraña manera
de inmortalizar aquellos navíos cuyo acero ha pasado de surcar los mares en la
batalla de Jutlandia a navegar por el firmamento, quizá durante toda la
eternidad.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¡Hasta pronto!</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-size: xx-small;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: <i>Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-24051037054304570662018-01-31T16:11:00.000+01:002018-01-31T16:19:45.433+01:00¡Te desafío a identificarla!<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiySo7F0ojUV7W5CzK6b22rAS_sz5-s2CPqWIub46S_baQJSCPNSaC3v1CWwxO1gs4vQsX6E8XpV-Nwu37llmKbhdQiw9l57ChuPEjpCDR_WBpJ6-ShgcFjE0gRx48fKE_2DhqZnWGphTfD/s1600/42994.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="256" data-original-width="256" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiySo7F0ojUV7W5CzK6b22rAS_sz5-s2CPqWIub46S_baQJSCPNSaC3v1CWwxO1gs4vQsX6E8XpV-Nwu37llmKbhdQiw9l57ChuPEjpCDR_WBpJ6-ShgcFjE0gRx48fKE_2DhqZnWGphTfD/s400/42994.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: xx-small;">Imagen: Freepik from www.flaticon.com</span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: xx-small;"><br /></span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: xx-small;"><br /></span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">¡Te desafío a identificarla!</span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-large;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Vamos a aprovechar que el próximo 11 de febrero es el Día
Internacional de la mujer y la niña en la ciencia para lanzaros el siguiente desafío:
a ver si sois capaces de identificar a una eminente científica con las cinco
pistas que vamos a daros:</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"></span><span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><span style="margin: 0px;">1-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;"> </span></span></span>Entre
los muchos galardones que le han sido concedidos, es nada menos que Comandante de la Orden del
Imperio Británico (¡como suena!).</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"></span><br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><span style="margin: 0px;">2-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;"> </span></span></span>Por
muchas veces que mirase el reloj y le pareciese que el tiempo se le podía hacer
muy largo o muy corto según las circunstancias, su vida está indisolublemente
unida a un período de 1,33730113 segundos.</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"></span><br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><span style="margin: 0px;">3- </span></span>Aunque
no tiene que ver con la zoología, su principal aportación a la ciencia está muy
relacionada con un animal, o más bien con algo con pinta de animal (una raposa, para más detalles...)</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"></span><br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><span style="margin: 0px;">4-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;"> </span></span></span>Sus
siglas favoritas fueron LGM. ¿Que qué significan? ¡Tampoco te lo voy a decir todo! ¿no?... Bueno... que sepas que tienen que ver con un color,
una estatura y algo que, de haber sido cierto, hubiese sido el mayor
descubrimiento de la historia.</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"></span><br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><span style="margin: 0px;">5-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 0px;"> </span></span></span>Los
mayores laureles se los llevó su director de tesis, a pesar de que tuvo mucho
menos que ver que ella en el hallazgo que les catapultó a ambos hacia la gloria.
Y es que, si ahora todavía hay machismo, fíjate entonces…</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ánimo, tienes diez días para
pillarlo. Esta entrada participa en el #RetoNaukas11F. Recordad que podéis acceder al resto de los retos desde </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 11pt; margin: 0px;"><a href="https://eur01.safelinks.protection.outlook.com/?url=http%3A%2F%2Fnaukas.com%2F2018%2F02%2F01%2Fretonaukas11f%2F&data=02%7C01%7C%7C8198330df9794b70e4cf08d566f0d9eb%7C84df9e7fe9f640afb435aaaaaaaaaaaa%7C1%7C0%7C636528106983817138&sdata=TnChZ2FbNzCnPkhB18vuANrfgxTHJSZzYJrqASRKdUA%3D&reserved=0"><span style="color: blue; font-family: "verdana" , sans-serif;">http://naukas.com/2018/02/01/retonaukas11f/</span></a></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> y que cuando sepáis quienes son estas científicas a las que merece la pena conocer tenéis que rellenar el formulario de respuestas en </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 11pt; margin: 0px;"><a href="https://eur01.safelinks.protection.outlook.com/?url=https%3A%2F%2Fgoo.gl%2Fforms%2F1BBhMVcfkM4AeBTi2&data=02%7C01%7C%7C8198330df9794b70e4cf08d566f0d9eb%7C84df9e7fe9f640afb435aaaaaaaaaaaa%7C1%7C0%7C636528106983973439&sdata=FthKaz%2F5OPDQIn0QRJihjb3Vzh3gizRq%2FxBDohCMBqw%3D&reserved=0"><span style="color: blue; font-family: "verdana" , sans-serif;">https://goo.gl/forms/1BBhMVcfkM4AeBTi2</span></a></span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<u></u><span style="background-color: blue;"></span><span style="background-color: white;"></span><span style="color: blue;"></span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Alejandro Navarro y Marisol Martin</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-19650592502252459842018-01-18T20:20:00.002+01:002019-04-06T17:01:10.129+02:00Pioneros de la Guerra Química<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil6MACuGaOTe89gCIAw1AHEVL_NsXDr3lIq1GxJZYMLTNXrs8ZL1-Xnani2xqMW0eHw2ZZNn0eAvkSYEQX1MwEO8cVufwXVbGsuUxh7xBI4J3SKEgmGfEKJfCoZJ9qqwgEdJaH-oZTgRjv/s1600/Gas-Mostaza-Primera-Guerra-Mundial-Guerra-Qu%25C3%25ADmica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="462" data-original-width="770" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil6MACuGaOTe89gCIAw1AHEVL_NsXDr3lIq1GxJZYMLTNXrs8ZL1-Xnani2xqMW0eHw2ZZNn0eAvkSYEQX1MwEO8cVufwXVbGsuUxh7xBI4J3SKEgmGfEKJfCoZJ9qqwgEdJaH-oZTgRjv/s400/Gas-Mostaza-Primera-Guerra-Mundial-Guerra-Qu%25C3%25ADmica.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Grupo de soldados equipados con máscaras antigás</span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
</h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Pioner</span><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">os de la Guerra Química</span></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Es una creencia extendida que el empleo de
gases tóxicos con fines bélicos tiene su origen en la Primera Guerra Mundial. Sin
embargo, está afirmación debe matizarse pues, por ejemplo, existen pruebas
documentales del empleo de este tipo de arma en la antigua China en una época
tan temprana como el primer milenio antes de Cristo. Así, en ciertos asedios se
llegaron a quemar bolas confeccionadas con plantas ponzoñosas que se
introducían en los refugios construidos por los defensores con el ánimo de
asfixiarlos. En el Celeste Imperio se conocían cientos de recetas para producir
humos ponzoñosos o de efectos irritantes, incluidas algunas que contenían
arsénico. En Europa, a su vez, las primeras noticias nos llegan de la Guerra
del Peloponeso (431-404 a.C.), y nos hablan de cómo durante el asedio de una
ciudad ateniense, los espartanos prendieron junto a las murallas una mezcla de
madera, carbón y azufre con la esperanza de debilitar a los defensores.</span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las pruebas arqueológicas más antiguas que se
conservan de una intervención con gases tóxicos proceden de Siria, en concreto
de Dura-Europos, una antigua ciudad que fue abandonada cuando en el año 256 de
nuestra Era el Imperio sasánida se la arrebató a los romanos. Durante el
asedio, los persas utilizaron en uno de los túneles una mezcla con contenido de
azufre que provocó una nube tóxica en la que fallecieron veinte soldados (19
romanos y 1 sasánida, seguramente el que hizo arder la mezcla) en pocos
minutos. Durante la Edad Media y la Edad Moderna hay referencias de la
utilización de ciertas mezclas que al incendiarse desprendían gases que cegaban
al enemigo, y ya en el siglo XVII se extendió la costumbre de lanzar en los
asedios proyectiles incendiarios con sustancias como azufre, grasa, resinas o
nitrato potásico con la intención de chinchar a los defensores tanto como fuese
posible.</span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, los orígenes de la moderna guerra
química hay que buscarlos a mediados del siglo XIX, cuando el desarrollo de la
ciencia y de la industria dieron paso a las primeras propuestas que iban en
serio. La persona que ostenta el dudoso honor de haber puesto la primera piedra
en el ignominioso camino fue el escocés Lyon Playfair, científico y a la vez
secretario del Departamento de Ciencia y Arte de su graciosa majestad, quien en
1854 sugirió el empleo de cianuro de cacodilo durante la Guerra de Crimea, con
objeto de acabar con el sitio de Sebastopol. Su propuesta fue finalmente
rechazada como inhumana, a lo que Playfair contestó, no sin cierta razón, que
cual era la diferencia entre rellenar los proyectiles con gas ponzoñoso o con
metal fundido. Nuevas propuestas avivaron el debate, hasta que la creciente
preocupación por la posibilidad de emplear este tipo de armas desembocó en el
acuerdo al que se llegó en la Conferencia de la Haya en 1899, en el que se
prohibía equipar los proyectiles con cualquier tipo de gas asfixiante.</span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero como, digan lo que digan, los acuerdos
están para incumplirlos, a pesar de la Declaración de la Haya sobre Gases
Asfixiantes de 1899 y de su sucesora, la Convención de La Haya de 1907, las
grandes potencias no renunciaron en absoluto a desarrollar gases ponzoñosos con
fines militares, aunque fuese a la chita callando. Un esfuerzo que desembocó en
la bien conocida utilización de cloro, fosgeno y gas mostaza a lo largo de la
Primera Guerra Mundial.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: left; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: <i>Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-size: xx-small;"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-47064729733649745152017-12-21T22:25:00.002+01:002019-04-06T17:01:37.250+02:00El talio, la enfermera y El misterio de Pale Horse<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq9xT9mcPY4BTnpaLkMJctlNU8q4SVmy6on7KJuLLlCMBXrNaYi266velEt9LMshIO9QKR0vVthKSVpJyAFjswkpQEUsfMvoIsORBUXx2k10C7TXIZQ8PD1G0gKXvMoWpn3gJHumJUB0Ps/s1600/GettyImages-141554326.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1233" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq9xT9mcPY4BTnpaLkMJctlNU8q4SVmy6on7KJuLLlCMBXrNaYi266velEt9LMshIO9QKR0vVthKSVpJyAFjswkpQEUsfMvoIsORBUXx2k10C7TXIZQ8PD1G0gKXvMoWpn3gJHumJUB0Ps/s400/GettyImages-141554326.jpg" width="307" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">La inmortal Agatha Christie</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: x-large;">El talio, la enfermera y <i>El misterio de Pale Horse</i></span></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">La enfermera Marsha Maitland estaba
sentada al lado de la cama en una de las habitaciones del hospital de
Hammersmith, en Londres, contemplando en silencio a la pequeña que respiraba
con dificultad. La niña, de diecinueve meses, había llegado desde Qatar
acompañada por sus padres, en estado de semi-inconsciencia y con la presión
sanguínea en descenso. Los médicos habían intentado estabilizarla, pero nada
parecía poder detener el proceso de deterioro que la estaba condenando. Simplemente,
se moría. Y, lo que era más embarazoso, nadie sabía por qué.<span style="font-family: "times new roman";"> </span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Marsha Maitland no tenía en ese
momento mucho que hacer, así que echó mano de la novela de Agatha Christie que
estaba leyendo últimamente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El misterio
de Pale Horse</i>. Mientras lo hacía, sus pensamientos a menudo volvían al
extraño caso de la niña, a cuyo misterioso mal nadie en todo el hospital
parecía capaz de ponerle nombre. Los médicos se estaban devanando los sesos intentando
averiguar de qué enfermedad se trataba, pero lo único que sabían con certeza es
que la vida de la pequeña se apagaba poco a poco, que su respiración se volvía
cada vez más débil y que empezaba a perder el pelo.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Marsha, de repente, dio un respingo.
Acababa de leer en la novela que a una de las víctimas del asesino se le estaba
cayendo el pelo… ¡y empezó a caer en la cuenta de que otros síntomas también
encajaban! Agatha Christie era una autora con buenos conocimientos sobre
toxicología… ¿Sería posible que la pequeña que yacía postrada en la cama de al
lado estuviese sufriendo un envenenamiento por talio, la mortal sustancia con
la que se cometían los asesinatos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
misterio de Pale Horse</i>?</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Inquieta y esperanzada, la intrépida
enfermera compartió sus sospechas con Victor Dubowitz, el médico encargado del
caso. Aunque incrédulo en un principio, Dubowitz se dio cuenta de que ante lo
desesperado del caso había poco que perder. Entró en contacto con Scotland
Yard, que le puso en contacto con un laboratorio capaz de analizar el talio y
también con un delincuente que estaba en la cárcel por envenenar a su familia y
a sus colegas de trabajo, y que conservaba un cuaderno de notas con los
síntomas detallados del envenenamiento.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">El resultado de la pintoresca
investigación fue espectacular. Los atribulados padres no tenían la menor idea de cómo podía haberse intoxicado su hija, pero el hecho es que en la sangre de la niña había una
cantidad de talio diez veces superior a la normal. Tras una serie de pesquisas, resultó evidente que la pequeña había ingerido un pesticida habitualmente utilizado en su barrio natal para combatir a
las cucarachas y a los roedores. Al gatear por el suelo, la pequeña lo tocaba
con los dedos y a continuación se lo llevaba a la boca. Una vez dentro del
organismo, el ponzoñoso elemento se cuela por los canales celulares que utiliza
el potasio e interfiere con un gran número de sistemas enzimáticos. Y lo peor
es que no te enteras, porque el veneno tarda semanas en hacer efecto. Las
disoluciones de sus sales son incoloras, inodoras e insípidas, y los síntomas
que provoca pueden confundirse con los de muchas enfermedades, por lo que pasa
prácticamente desapercibido. Es el veneno perfecto, y ha protagonizado muchas
historias rocambolescas de asesinato.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">El equipo de Dubowitz empezó a tratar
a la niña con azul de Prusia, un agente químico que “secuestra” el talio,
enlazándolo fuertemente y evitando que sea absorbido. A las pocas semanas la pequeña
se había recuperado considerablemente y a los cuatro meses se le dio el alta.
El extraordinario caso fue incluido en la edición de junio de 1977 del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">British Journal of Hospital Medicine</i> y a
partir de ahí dio la vuelta al mundo. Por desgracia, Agatha Christie había
fallecido el año anterior, de modo que la inmortal escritora no pudo llegar a
ver como su talento y su fabuloso conocimiento de los venenos había salvado la
vida de una persona de verdad, una pequeña de poco más de año y medio que, a la
postre, resultó ser una de las pocas supervivientes de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El misterio de Pale Horse</i>. Para que luego digan que la realidad no
supera a la ficción...</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-73783005796731496472017-11-17T22:06:00.000+01:002017-11-17T22:06:51.397+01:00El pronóstico del tiempo y el desastre de Balaclava
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu2ZVlIe43xSzJ45hQQHZ92gglp9_J99fIriashAP_TEVRMBXWeP4DSeRsVeTIOPjtjSpJyLNsPn3zWq15f7FyvPT7SyAzNXqxiYPxlQoAc0FKuXuTkSXGvbs2QjhrmklmHz8_J0zMQCxr/s1600/James_Robertson_%2528British_-_Entrance_to_Balaclava_Harbour_-_Google_Art_Project.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="798" data-original-width="1024" height="311" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu2ZVlIe43xSzJ45hQQHZ92gglp9_J99fIriashAP_TEVRMBXWeP4DSeRsVeTIOPjtjSpJyLNsPn3zWq15f7FyvPT7SyAzNXqxiYPxlQoAc0FKuXuTkSXGvbs2QjhrmklmHz8_J0zMQCxr/s400/James_Robertson_%2528British_-_Entrance_to_Balaclava_Harbour_-_Google_Art_Project.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Entrada del puerto de Balaclava durante la Guerra de Crimea</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></div>
<h2 style="margin: 0px 0px 11px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-large;">El pronóstico del tiempo y el desastre de Balaclava</span></h2>
<h2 style="margin: 0px 0px 11px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: x-large;"></span><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></span></h2>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que el tiempo atmosférico ha influido
en algunos de los acontecimientos más relevantes de la historia es una realidad
bien conocida por todos, baste para ello mencionar el episodio de la Armada
Invencible o los intentos de los franceses de Napoleón y los alemanes de Hitler
para sobrevivir al terrible invierno ruso, por no hablar de la fracasada
invasión del Japón en 1281 por parte de las huestes de Kublai Kan (con una
flota entera de cientos de barcos y miles de hombres destrozada en el
transcurso de una espantosa tormenta). Sin embargo, menos conocido es el episodio
que se encuentra detrás de los modernos esfuerzos por generalizar las
predicciones meteorológicas.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante milenios, resultó muy costoso
tratar de predecir en serio los vaivenes en las inclemencias del tiempo,
primero porque se consideraban obra del capricho de los dioses y más tarde
porque resultaba francamente difícil el estudiarlos, no existiendo ningún
seguimiento sistemático de las tormentas, las sequías o los tifones. Los
intentos llevados a cabo habían dado resultados muy limitados, e incluso los
progresos de la Edad Moderna se veían frenados por la falta de medios adecuados
para trasmitir los resultados de las observaciones meteorológicas con cierta
rapidez. La invención del telégrafo en 1832 supuso una esperanza a este
respecto, pero los avances en la materia se producían con bastante lentitud.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este era el estado de cosas cuando, a
mediados del siglo XIX, las potencias occidentales, con Francia e Inglaterra a
la cabeza, se involucraron en la Guerra de Crimea, un conflicto centrado en el
intento de detener las ambiciones territoriales del Imperio ruso en detrimento
del cada vez más frágil Imperio otomano. Así, en septiembre de 1854 los aliados
desembarcaron en Crimea, viéndose obligados a pasar el invierno en la zona.
Pero, tras unos días de descenso continuado de las temperaturas, el 14 de
noviembre se desencadenó una espectacular y violenta tormenta que arrasó el
puerto de Balaclava, provocando el hundimiento de varios buques de la armada
franco-británica y dañando de paso a muchos otros. Entre otras consecuencias,
el desastre privó a los ingleses de los suministros de uniformes de abrigo que
necesitaban para pasar el invierno, lo que causó enormes inconvenientes y
entorpeció considerablemente las operaciones.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entonces, el enojado emperador
Napoleón III volvió sus ojos hacia la ciencia, esa cuya capacidad de predicción
acababa de localizar pocos años antes nada menos que un nuevo planeta, Neptuno.
Si la los científicos habían sido capaces de semejante hazaña, ¿cómo era
posible que el ejército y la flota de dos de las mayores potencias del planeta
se mantuviesen a merced de los elementos? Ni corto ni perezoso, Napoleón
encargó a Urbain Le Verrier, director del Observatorio de París y uno de los principales
científicos involucrados en el descubrimiento del octavo planeta del Sistema Solar,
que averiguase si el desastre pudo de alguna forma haberse prevenido.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Puesto manos a la obra, Le Verrier
recopiló los informes de diversos observatorios europeos y pronto puso en
evidencia que la tormenta no solo había viajado por el continente en los días
anteriores a la catástrofe, sino que su trayectoria podía haberse predicho. El
subsiguiente aviso a la flota fondeada en Balaclava podría haber permitido a
las naves prepararse para afrontar el temporal y, de esta forma, haber
minimizado los daños. A la vista de esto, y con el beneplácito del emperador, Le
Verrier estableció en Francia el primer servicio nacional de aviso de tormentas
del mundo, utilizando informes meteorológicos comunicados a través del
telégrafo, algo que pronto fue copiado por las otras potencias militares de la
época y que desató el interés por el estudio sinóptico y el desarrollo de
pronósticos relacionados con los sistemas meteorológicos, cambiando la ciencia
de la meteorología para siempre.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por lo demás, la Guerra de Crimea, a
la que muchos consideran como la primera conflagración verdaderamente “moderna”,
fue testigo de cosas como la introducción de la fotografía en los conflictos
militares o el desarrollo de nuevos métodos para la higiene y tratamiento de
los heridos en los hospitales de campaña, algo que supuso un hito en la
reducción del número de bajas por enfermedad. Y es que no hay nada como
pasarlas canutas para que se produzcan importantes avances con impacto a largo
plazo sobre la sociedad.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="margin: 0px;"></span><span style="margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: Calibri;"></span>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-29056795782287615682017-10-23T21:21:00.000+02:002019-04-06T17:02:12.263+02:00El molibdeno, el "Gran Berta" y el western de Colorado<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO3-2aUQTMVQ59DoEkqSPKGphyphenhyphenSyKvBpj03jxazYKDWb0Yh1SccQWqZVSqZW9nPEspQ0TpdeppRGhGgZ7I_AqXZxtpy8YVJMD-C3MCLYtJuRMDRQIFaZXLLsP4pEDM-VnfF_IBZlOFYzUy/s1600/Dicke_Bertha.Big_Bertha.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="432" height="313" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO3-2aUQTMVQ59DoEkqSPKGphyphenhyphenSyKvBpj03jxazYKDWb0Yh1SccQWqZVSqZW9nPEspQ0TpdeppRGhGgZ7I_AqXZxtpy8YVJMD-C3MCLYtJuRMDRQIFaZXLLsP4pEDM-VnfF_IBZlOFYzUy/s400/Dicke_Bertha.Big_Bertha.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Uno de los primeros modelos del gigantesco cañón "Gran Berta"</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<h2 class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">El molibdeno, el "Gran Berta" y el <i>western</i> de Colorado</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;"></span></h2>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">En la larga
historia de los conflictos bélicos, hay muchos casos de anécdotas relacionadas
con el empleo repentino de una tecnología de nivel superior, pero posiblemente
ninguna sea tan pintoresca como la protagonizada por una oscura mina situada en
Bartlett Mountain, no lejos de Leadville, en Colorado, en tiempos de la Primera
Guerra Mundial. </span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">El origen del
rocambolesco relato tiene que ver con las dificultades por las que a principios
del siglo XX atravesaba la industria debido al aumento del calibre de los
cañones. En efecto, a medida que este aumentaba, la cantidad de pólvora
requerida para dispararlos era tan grande que el calor que se desprendía era
suficiente para dañar paulatinamente la estructura del cañón hasta el punto de
hacerlo inutilizable. Los alemanes, en concreto, llegaron a emplear durante la
guerra monstruos como el “Gran Berta”, un gigantesco artefacto de más de 40
toneladas que disparaba enormes obuses de mil kilogramos y en los que el
problema del calor se tornaba acuciante. </span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Agobiados por el
asunto, los avispados teutones dieron con una vieja receta francesa, según la
cual si añadías molibdeno al acero la resistencia de éste al calor aumentaba. La
razón es que el molibdeno es un poderoso metal que no se funde a menos de
2.600º C, teniendo además la propiedad de aumentar la cohesión de los átomos de
hierro. <span style="margin: 0px;"> </span>De este modo, de cara a mejorar
el rendimiento y duración de los cañones la producción de acero al molibdeno
resultaba muy conveniente. </span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Pero el problema
es que apenas había molibdeno en Alemania, de modo que los germanos tuvieron
que dirigir sus miras hacia el único sitio en el mundo donde entonces se
producía en cantidades industriales: Bartlett Mountain. La historia minera del
lugar había comenzado durante el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">boom</i>
de la explotación de la plata en 1879, pero aunque se habían encontrado grandes
cantidades de molibdenita (la principal mena del molibdeno), nadie se había
propuesto aprovecharlo en serio, dada la casi nula demanda del metal por aquel
entonces. Sin embargo, a comienzos de la Gran Guerra las técnicas de extracción
habían mejorado mucho, llamando la atención de los alemanes. Estos decidieron
crear una sucursal de la compañía Metallgesellschaft en Nueva York, bajo el
engañoso nombre de American Metal. </span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Debido a su neutralidad, el despistado gobierno
norteamericano no puso trabas en un principio a que la sucursal de patriótico
nombre enviase a uno de sus ejecutivos a intentar negociar el suministro de
molibdeno, sin reparar en que el directivo, de nombre Max Schott, era en
realidad un peligroso agente que se puso a reclutar sicarios con vistas a
apoderarse de toda la producción de la mina de Colorado. A partir de ese
momento, en Bartlett Mountain se pudo asistir en vivo a una especie de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">western</i> que incluía pistoleros,
extorsiones y emboscadas, a consecuencia del cual el molibdeno era enviado
de forma masiva a Alemania sin que los americanos tomasen cartas en el asunto. </span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Sin embargo, en
el frente occidental los franceses y los ingleses terminaron por hacerse con
algunas piezas de artillería germanas fabricadas con el excelente acero al
molibdeno, con lo que uno puede imaginar su consternación al darse cuenta de
que el enemigo les estaba machacando con unos cañones construidos a base de una
materia prima que se encontraba en medio del territorio del que ya era su supuesto aliado. De este modo, y aunque la historia no ha registrado los gritos
e insultos que debieron escucharse en las cancillerías y embajadas desde Paris
hasta Washington, el caso es que los federales tomaron el control de la
situación, cerrando las instalaciones de la pintoresca American Metal y
acabando para siempre con sus actividades. La Clymax Molybdenum Company, por su
parte, reanudó la explotación de molibdenita en 1924, pero la historia nunca
volvió a concederle a la mina el protagonismo que había tenido antaño.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Y es que en la
guerra ya no puedes fiarte ni de tus aliados.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">¡Hasta pronto!</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-4086924778772716562017-10-09T21:36:00.000+02:002019-04-06T17:02:38.299+02:00<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB75uuPoqrNJgiqhQ_8jHXNQBOPGvoktbl55BF83mpfryEVdTqueWk7YZyU9BnMlwXDjYkLTuZpEPj8GaUpOUoWeFq-DG8-Gz3Y4RScA5DplbIQ7_ryWtmMB-DJ3ECp3Zg0Hv_yIcyH0fW/s1600/japon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="757" data-original-width="1007" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB75uuPoqrNJgiqhQ_8jHXNQBOPGvoktbl55BF83mpfryEVdTqueWk7YZyU9BnMlwXDjYkLTuZpEPj8GaUpOUoWeFq-DG8-Gz3Y4RScA5DplbIQ7_ryWtmMB-DJ3ECp3Zg0Hv_yIcyH0fW/s400/japon.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: xx-small;">Imagen del Japón en el cambio de siglo</span></span></div>
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: xx-small;"><br /></span></span></div>
<h2 style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="font-size: x-large;"><span style="font-size: xx-small;"></span>El valle del Jinzü y la maldición del "<i>itai-itai</i>"</span></span></h2>
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></span></div>
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">La historia de las
intoxicaciones masivas por sustancias químicas vertidas al medio ambiente está
íntimamente ligada al desarrollo industrial, y entre todos los casos
registrados hasta la fecha, quizá uno de las más emblemáticos haya sido el
sufrido por los habitantes de la cuenca del río Jinzü, en la prefectura de
Toyama, en Japón. La razón de ello es que no solo estamos ante uno de los
envenenamientos en los que más tiempo se tardó en descubrir la causa, sino que se
trató de la primera, y única hasta la fecha, intoxicación colectiva por cadmio
que registra la historia.</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">La cuenca del Jinzü
venía siendo objeto de actividades mineras desde el s VIII, aunque la
producción no comenzó a aumentar en serio hasta el s XVII, primero con la
extracción de plata y luego con la de cobre y de zinc. A finales del XIX, la
explotación se volvió industrial, con grandes hornos que permitieron hacer
frente a la mayor demanda de materias primas como consecuencia de la Guerra
Ruso-Japonesa y de la Primera Guerra Mundial. A partir de entonces, la
producción no paró de aumentar. Aunque la obtención industrial de cadmio no
comenzó hasta 1944, la extracción descuidada del zinc tuvo como consecuencia la
contaminación de los suelos con grandes cantidades de aquel. El cadmio pasaba
al rio, cuya agua, entre otras cosas, se utilizaba para beber y para regar los
campos de arroz a lo largo de su recorrido. El arroz acumulaba el ponzoñoso
metal, que pasaba al organismo de las personas que lo consumían.</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Pero, una vez dentro del
cuerpo, el cadmio es químicamente tan parecido al zinc que lo sustituye en los
sistemas enzimáticos que precisan de este último. De hecho, la razón de que el
arroz de la ribera del río Jinzü absorbiese cadmio no era otra que el haberlo </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">«</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">confundido</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">»</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">
con el zinc. En los humanos, el cadmio se concentra sin parar en órganos como el
hígado o los riñones, comenzando a dar síntomas de envenenamiento crónico.
Entre sus principales efectos, los huesos se vuelven débiles y quebradizos,
dando lugar a deformidades y fracturas, aparecen patologías del sistema
inmunitario y también insuficiencia renal. Los niveles elevados de cadmio en el
organismo están incluso asociados con el cáncer de pulmón, no en vano la
concentración de este metal en la planta del tabaco hace que los fumadores
empedernidos pueden llegar a absorber una dosis diaria de cadmio muy superior a
la de una persona normal.</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;"><span style="margin: 0px;"> </span>El
gran parecido entre el cadmio y el zinc en cuanto a su comportamiento químico
es también una de las principales razones de que la minería de este último
pueda dar lugar a la contaminación por el primero. De hecho, el cadmio no fue
descubierto hasta 1817 porque siempre se encuentra tan asociado al zinc que los
científicos tardaron mucho tiempo en darse cuenta de que los minerales de este
metal contenían también un elemento diferente.</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">Los primeros casos de intoxicación
en la prefectura de Toyama aparecieron hacia 1912, sin que llegase a conocerse
la causa. El dolor que sufrían los afectados llegaba a ser incapacitante, como
demuestra el hecho de que a la enfermedad se la bautizase como «itai-itai»
(algo así como «¡ay, ay!). <span style="margin: 0px;"> </span>Afectaba
principalmente a mujeres, pero hasta finales de la Segunda Guerra Mundial no
comenzaron las pruebas médicas para determinar la causa de la enfermedad. En
1955 comenzó a sospecharse del cadmio y seis años más tarde se concluyó que una
explotación minera gestionada por la empresa Mitsui Mining and Smelting era la
principal responsable de la contaminación. Las subsiguientes acciones legales
desembocaron en indemnizaciones para las víctimas, que llegaron a contarse por
cientos. La mala noticia es que el proyecto de limpieza de las áreas
contaminadas finalizó en 2012 después de haber costado una auténtica fortuna. La
buena, que desde 1946 no se ha producido ningún nuevo caso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">itai-itai, l</i>o cual no es solo un alivio,
sino que demuestra lo importante que es el control de las autoridades sobre una
industria que, muchas veces, primero dispara y luego pregunta. </span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">En cuanto a la minería
del zinc y del cadmio, hoy en día está mucho más controlada en cualquier parte
del mundo, a pesar de lo cual la OMS sigue incluyendo a este último en el
“top10” de asesinos sigilosos. No vaya a ser que alguien, en algún lugar del planeta,
vuelva a gritar desconsoladamente «itai-itai».</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; margin: 0px;">¡Hasta pronto!</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0px 0px 11px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-32162650303602964122017-09-16T23:30:00.000+02:002017-09-16T23:33:05.060+02:00Bulos, copias de recetas y ¿baterías eléctricas?<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgypa5gRK3MwMsA14y81OiXgb1VdndR_YHNPtFiKJ5fn2XwxUnkCbILUBncsV-ACkuc8t9d8ssxg-7OIGJjQ_8j1VwNALpNfo9LGuYZoo_67YKoXjMcRVfcRGpOmOnjNDVNu6buwksqkmAm/s1600/Agastya.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgypa5gRK3MwMsA14y81OiXgb1VdndR_YHNPtFiKJ5fn2XwxUnkCbILUBncsV-ACkuc8t9d8ssxg-7OIGJjQ_8j1VwNALpNfo9LGuYZoo_67YKoXjMcRVfcRGpOmOnjNDVNu6buwksqkmAm/s400/Agastya.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Estátua de Agastya (izda.), sabio al que se atribuye el Agastya Samhita</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span class="s1"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Bulos, copias de recetas y ¿baterías eléctricas?</span></span></h2>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">La cantidad de bulos
que circulan por internet como si se tratase de verdades incuestionables es
abrumadora, y quizá una de las áreas donde más se deja notar este hecho es en
esa pseudociencia que algunos llaman "arqueología fantástica". </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s1"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">¿Y eso en qué
consiste? Pues en inventarse supuestas anomalías históricas que apuntarían a
qué nuestros antepasados desarrollaron o recibieron de fuentes desconocidas
tecnologías extrañamente modernas. Y todo ello con vistas a ilustrar que en el
pasado de nuestro planeta habría habido civilizaciones pérdidas o visitas
extraterrestres que la ciencia "oficial" se empeña en negar. </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s1"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">El <em>modus operandi</em>
habitual de los que difunden estás cosas siempre es el mismo: se busca un
indicio supuestamente difícil de explicar, se le saca de contexto, se monta una
historia sugestiva y se repite una y otra vez, en la mayoría de los casos
simplemente copiando lo que ha dicho algún otro autor. Y, por supuesto,
rara vez se comprueban los hechos y se ignoran olímpicamente las pruebas que
desacreditan el bulo. </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s1"></span></span><span style="color: #454545;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Uno de los casos más
flagrantes de un documento completamente falso, pero cuyo texto se repite
sistemáticamente en muchos de los libros y páginas web del ramo, es el de la
supuesta receta para fabricar baterías eléctricas que se encontraría en
un antiquísimo documento de la India, el <em>Agastya Samhita. </em>La traducción del pretendido texto en
sánscrito que circula por internet reza como sigue: </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"></span><em><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">"Colocar una
plancha de cobre, bien limpia, en una vasija de barro, cubrirla con sulfato de
cobre y, luego, con serrín húmedo. Después de esto, poner una capa de mercurio
amalgamado con cinc, encima del serrín húmedo, para evitar la polarización. El
contacto producirá una energía conocida por el nombre de Mitra-Varuna. El agua
se escindirá por la acción de esta corriente en Pranavayu y Undanavayu. Se dice
que una cadena de cien vasijas de este tipo proporcionan una fuerza muy activa y
eficaz"</span></span></em></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<em><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2"></span></span></em> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s2"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">Esta traducción u
otras muy similares son las que aparecen en casi todas partes, aunque la mayoría
de los "copistas" (que simplemente se plagian los unos a los otros)
se olvidan de mencionar que el texto procede de un famoso libro escrito en 1971
por Andrew Thomas, <em>We are not the first</em>. </span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">En su libro, Thomas
asegura que personalmente oyó hablar de que este antiguo documento estaba
guardado en la "<em>Biblioteca de los principes indios</em>" en Ujjain, e
identifica Mitra-varuna con "cátodo-ánodo" y Pranavayu y Undanavayu con
hidrógeno y oxígeno, respectivamente. </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s2"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">¿Impresionante,
verdad? Sin embargo, los términos claramente "modernos" del texto
(polarización, por ejemplo) y el hecho de que el autor "oyese hablar"
de un documento, ya dan una pista acerca de que el asunto resulta de lo más sospechoso. Una
impresión que se refuerza cuando nos encontramos con una versión muy anterior
de la traducción al inglés, en este caso de 1927, atribuida al químico Vaman R.
Kokatnur, con un texto idéntico en casi todo, excepto en que en vez de las
palabras Pranavayu y Undanavayu se mencionan los gases "<em>vital</em>" y "<em>up-faced</em>", que más o menos son la traducción al inglés de las dos anteriores.</span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s2"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">Pero Kokatnur, un
aficionado al sánscrito empeñado en demostrar que la alquimia la habían
inventado los hindúes en lugar de los egipcios, aseguraba haber encontrado el
texto en un manuscrito de 1550 que habría sido descubierto en "<em>la librería
de un principe hindu en 1924, en Ujjain, India</em>", una variante de lo que se dice en <em>We are not the first.</em></span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s2"></span></span><span style="color: #454545;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s2">Por tanto, todo
parece indicar que lo descrito por Thomas no es sino una copia algo modificada
de las declaraciones de Kokatnur. Pero, buceando un poco más, resulta que estas no son una
traducción, sino otra copia modificada de la interpretación, llevada a cabo en
1923 por parte del escritor </span><span class="s1">Shri Parashuram Hari Thatte (un creyente en los
platillos volantes en la antigüedad) de la copia de la copia (si, dos veces) manuscrita de un
supuesto poema del <em>Agastya Samhita</em> encontrado en Ujjain. De modo que, en caso de
ser cierta la historia, hablamos de la interpretación de un poema cuyo
original no ha visto nadie.</span></span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s1"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">Quizá por eso, y
aunque hay un buen número de textos de carácter místico-religioso diferentes
bautizados bajo el nombre de <em>Agastya Samhita</em>, no existe ninguno cuya traducción
moderna se parezca ni remotamente a lo dicho, por no mencionar que todos ellos
son del periodo medieval, y no de hace miles de años, como en muchos sitios se
asegura. </span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545;"><span class="s1"></span></span><span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">Y es que no hay más
que investigar un poco en serio para cargarse este tipo de bulos.</span></span></div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1"></span></span> </div>
<div class="p1" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: #454545; font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="s1">¡Hasta pronto!</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-90372323282640611562017-07-01T12:55:00.000+02:002018-04-29T17:49:36.663+02:00El caso del "satélite alienígena"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMq9b78A3jpN63t7xc72pgdC9dDIdhbWnFWGudXxKldmgVUoGJpH-bBpPHMYCTTtBE2WjimOYQ1YlsMsVuSyqpjAk8JFZ7w4KzPOHMXeEZQGrZ-AzbRkTzleOBibABYpJerYJPjV0z8Kq_/s1600/U5ZeYbs.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="629" data-original-width="668" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMq9b78A3jpN63t7xc72pgdC9dDIdhbWnFWGudXxKldmgVUoGJpH-bBpPHMYCTTtBE2WjimOYQ1YlsMsVuSyqpjAk8JFZ7w4KzPOHMXeEZQGrZ-AzbRkTzleOBibABYpJerYJPjV0z8Kq_/s400/U5ZeYbs.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">El objeto visto desde el "Endeavour"</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">El caso del "satélite alienígena"</span></h2>
<br />
<br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Internet
está literalmente plagado de bulos sobre alienígenas que en su
mayoría, como no podía ser de otra manera, son absolutamente
infumables. Algunos, sin embargo, se han ido construyendo a lo largo
de los años, a partir de un puñado de hechos aparentemente
inquietantes obtenidos de aquí y de allá, hasta llegar a elevarse a
la categoría de mitos de la ufología. Dentro de este grupo de élite se
encuentran casos como el incidente de Roswell, la abducción del
matrimonio Hill o el mito del Caballero Negro. De acuerdo con este
último, habría un supuesto satélite alienígena, apodado como el
<i>Black Knight</i>, que llevaría orbitando alrededor de nuestro
planeta la friolera de 13.000 años. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como
en tantos otros casos, la leyenda urbana del <i>Black Knight</i>
tiene su origen en una especulación muy poco rigurosa, en este caso
la del astrónomo aficionado escocés Duncan Lunan, quien en 1973
afirmó (aunque luego reconoció su error) que unos ecos de radio
detectados en 1928 por el también radioaficionado noruego Jorgen
Hals podían deberse a la presencia de una antigua sonda de
naturaleza extraterrestre situada en la constelación de Bootes, a
unos 210 años luz de la Tierra. Algunos ufólogos pronto
relacionaron estos ecos con los experimentos de radio de Nicola
Tesla, quien a finales del siglo XIX interpretó algunas señales
seguramente procedentes de fuentes naturales como si fuesen obra de
una civilización alienígena. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Con
el tiempo, a las supuestas «pruebas»
radiofónicas se les fue añadiendo un batiburrillo de hechos
que en realidad no solo no tienen nada de extraño, sino que tampoco
tienen ninguna conexión entre sí, a pesar de lo cual han ido
convirtiendo al Caballero Negro en una de las leyendas sobre ovnis
más conocidas del planeta. Entre las «evidencias»
presentadas, se cuentan las declaraciones sensacionalistas del
ufólogo Donald Keyhoe, quien en 1954 habría afirmado que la Fuerza
Aérea estadounidense había detectado dos satélites en órbita en
una época en la que nuestra especie todavía no había enviado
ninguno, o un artículo de 1960 de la revista <i>Time</i> informando
de que la armada norteamericana había localizado en una órbita
polar un enigmático objeto oscuro del que se sospechaba que podía
tratarse de un satélite espía. Hay que incluir también en la lista
de supuestos hechos intrigantes a un supuesto ovni que habría sido
avistado en 1963 por el astronauta Gordon Cooper desde el Mercury 9
y, por encima de todo, a las famosas imágenes tomadas en 1988 por el
transbordador espacial Endeavour, que mientras llevaba equipamiento
hasta la Estación Espacial Internacional llegó a fotografiar y
filmar un extraño objeto de color negro cuya naturaleza era
claramente artificial. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El
problema de esta supuesta colección de pruebas es que ninguna de
ellas es real. Dejando al margen las emisiones de radio, que con toda
seguridad se debían a causas naturales, las afirmaciones de Keyhoe
fueron desmentidas, el satélite de 1960 no era otro que los restos
del Discoverer VIII, un artefacto parte de un programa secreto de los
americanos que se había extraviado tras su lanzamiento, y el
supuesto avistamiento de Cooper nunca tuvo lugar. En cuanto al
misterioso objeto detectado por el transbordador durante la misión
STS-88, resultó ser una cubierta térmica que se había desprendido
de la nave durante unas operaciones, y que poco después quedó
desintegrada al entrar en contacto con la atmósfera terrestre. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Por
qué una historia construida de forma tan inconsistente y cuyos supuestas
pruebas han sido refutadas hace tiempo continúa dando que hablar a
los ufólogos y a muchos aficionados al fenómeno ovni? Porque
siempre queda el recurso de echar mano a la teoría de la
conspiración de turno, afirmando que la NASA y el ejército
norteamericano han ocultado las evidencias que respaldan la
existencia real del Caballero Negro, que no sería otra cosa que un
artefacto alienígena colocado en órbita por visitantes del espacio
hace miles de años con el objeto de vigilarnos y hacer un
seguimiento de nuestra civilización. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una
propuesta tan atractiva, no tiene más remedio que dar lugar a un
gran número de creyentes y seguidores pues, ¿a quien le interesa
una verdad prosaica cuando se puede vender una mucho más sugestiva, ya sea mediante libros y revistas o a través de internet? </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana; font-size: xx-small;">Nota- Este artículo es una adaptación del texto que aparece en "<i>Los vikingos de Marte, y otras historias sobre la búsqueda de vida extraterrestre</i>", obra del autor.</span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-63030743463778478332017-06-18T00:06:00.001+02:002017-06-18T22:18:59.731+02:00Solitarios, serpientes y trineos: los sueños más geniales de la historia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBS970UFrwgCkvzG-hr09TJoP4Qjoy3HChu8neiNDENxKrQuVXUkz0bjQcF6o4gR6k4Uz1rxcuKh7DFMzYO34gG2Bx_vQ17oAF6F_sMCJGis1g6aW80xhV1dN9Pq35X89ccdNcUL8mOMKi/s1600/Benzene-2D-full.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBS970UFrwgCkvzG-hr09TJoP4Qjoy3HChu8neiNDENxKrQuVXUkz0bjQcF6o4gR6k4Uz1rxcuKh7DFMzYO34gG2Bx_vQ17oAF6F_sMCJGis1g6aW80xhV1dN9Pq35X89ccdNcUL8mOMKi/s400/Benzene-2D-full.png" width="352" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Esquema de la molécula de benceno</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;"></span> </div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Solitarios, serpientes y trineos: los sueños más geniales de la historia</span></h2>
<br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
De entre todos los golpes de genio que jalonan la historia de la
ciencia, quizá la categoría más extraña sea la de aquellos
científicos que han dado con la clave de un enigma mientras se
echaban en los brazos de Morfeo. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Tal vez</span><span lang="es-ES"> el más conocido
</span><span lang="es-ES">de estos incidentes oníricos </span><span lang="es-ES">sea
el de </span><span lang="es-ES">Dmitri Mendeléyev, un apóstata de
la teoría atómica que tenía un </span><span lang="es-ES">gran
</span><span lang="es-ES">conocimiento de los elementos </span><span lang="es-ES">químicos
pero que se encontraba desesperado intentando ordenarlos. Según </span><span lang="es-ES">é</span><span lang="es-ES">l,
e</span><span lang="es-ES">l 14 de </span><span lang="es-ES"><span style="background: none;">f</span></span><span lang="es-ES">ebrero
de 1869, </span><span lang="es-ES">después de desayunar,</span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">decidió retrasar un viaje y se entregó al
curioso juego de escribir sobre tarjetas el nombre de todos
ellos, junto con sus principales propiedades,</span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">para a continuación hacer un solitario</span><span lang="es-ES">.
</span><span lang="es-ES">Así, reflexionando sobre por qué algunos
grupos de </span><span lang="es-ES">elementos parecían desplegarse
como los palos de la baraja, </span><span lang="es-ES">el genio ruso</span><span lang="es-ES">
se durmió. Más tarde escribiría:</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“<span lang="es-ES"><i>Durante un sueño, vi una tabla en la que
todos los elementos encajaban en su lugar. Al despertar, tomé nota
de todo en un papel”.</i></span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Lo
que Mendeléyev había </span><span lang="es-ES">intuido</span><span lang="es-ES">
durante </span><span lang="es-ES">su corto descanso</span><span lang="es-ES">
era </span><span lang="es-ES">que las propiedades de </span><span lang="es-ES">los
elementos ordenados por su peso atómico se repetían </span><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">con
una determinada regularidad, lo que permitía</span></span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">ordenarlos en una tabla constituida por
filas (“períodos”) y columnas (“grupos”). </span><span lang="es-ES">Por
eso, bautizó su hallazgo como “tabla periódica”, </span><span lang="es-ES">ese
instrumento que revolucionó la química de finales del siglo XIX,
dotándola de la potencia y el alcance que tiene en la actualidad.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">El
segundo caso, casi tan célebre como el primero,es el que </span><span lang="es-ES">tuvo
como protagonista al químico alemán August Kekulé, una especie de
“soñador </span><span lang="es-ES">reincidente</span><span lang="es-ES">”
que hacia 1860 ya se había hecho famoso por haber intuido la forma
en la que los átomos de carbono se enlazan con los de hidrógeno
dentro de las moléculas orgánicas. Cuenta la leyenda que, durante
su estancia en Londres, Kekulé se quedó dormido en el carruaje que
lo llevaba a la pensión en la que vivía. Entonces, y </span><span lang="es-ES">siempre
</span><span lang="es-ES">según él, “<em>los átomos retozaron
delante de mis ojos</em>”, lo que le permitió más tarde desarrollar
una teoría para la estructura de las moléculas. Pero ahí no
terminaron los sueños de</span><span lang="es-ES">l</span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">alemán</span><span lang="es-ES">. Años
después, mientras sus colegas se hallaban desconcertados ante la
molécula de benceno, un compuesto formado por 6 átomos de carbono y
otros 6 de hidrógeno cuya estructura era un misterio que no había
forma de desentrañar, el químico alemán se quedó dormido en </span><span lang="es-ES">su</span><span lang="es-ES">
sillón, </span><span lang="es-ES">cerca</span><span lang="es-ES"> de
la chimenea. De pronto, </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><em>“…largas
hileras, a veces muy bien encajadas, se emparejaban y retorcían en
un movimiento parecido a una serpiente. Pero ¡mira! ¿Qué era eso?
Una de las serpientes se había unido a su propia cola y la forma
giraba con sorna ante mis ojos. Como invadido por un destello de
iluminación me desperté…”.</em></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Kekulé
se despertó y describió el benceno como una molécula en forma de
hexágono, con los átomos de hidrógeno unidos a los vértices. </span><span lang="es-ES">En
lo que p</span><span lang="es-ES">osiblemente </span><span lang="es-ES">se
tratase de </span><span lang="es-ES">la intuición más </span><span lang="es-ES">importante
</span><span lang="es-ES">de toda la historia de </span><span lang="es-ES">esta
rama de la ciencia</span><span lang="es-ES">, </span><span lang="es-ES">el
avezado soñador se había topado con una química completamente
nueva, la de</span><span lang="es-ES"> los anillos de átomos de
carbono. Con el tiempo, </span><span lang="es-ES">a su</span><span lang="es-ES">
célebre </span><span lang="es-ES">sueño</span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">se le atribuyeron </span><span lang="es-ES">connotaciones
sexuales, </span><span lang="es-ES">muy al estilo de Freud</span><span lang="es-ES">,
pues </span><span lang="es-ES">por aquel entonces se encontraba
físicamente </span><span lang="es-ES">alejado de su mujer, a la que
veía con poca frecuencia. Estuviese inspirado por ella (en forma de
serpiente) o no, lo cierto es que </span><span lang="es-ES">el</span><span lang="es-ES">
sueño de </span><span lang="es-ES">August</span><span lang="es-ES">
ha quedado inmortalizado para siempre.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Aunque
las visiones de Mendeléyev y Kekulé </span><span lang="es-ES">son
ciertamente las más famosas, existen muchos otros ejemplos de científicos e
inventores de los que se dice (o dijeron ellos mismos) que alcanzaron
algunos de sus mayores logros en sueños. Entre ellos se encuentran
Niels Bohr, cuyo modelo atómico habría sido fruto de un sueño en
</span><span lang="es-ES">el que el gran científico se encontraba
sentado en el Sol, viendo como los planetas se movían alrededor, y
Albert Einstein, cuyo interés por la luz se habría despertado por
causa de un sueño de su adolescencia, en el que descendía en un
trineo por una pendiente pronunciada en la que llegaba a alcanzar dicha
velocidad. </span><span lang="es-ES"></span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Sean del todo ciertos o no, puede que
estos casos pongan de manifiesto una extraña capacidad de nuestra
mente, la </span><span lang="es-ES">de tratar un problema intrincado
en un contexto onírico y surrealista que le permite cristalizar la
auténtica, y a veces revolucionaria, solución.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span lang="es-ES"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-69118467168933847462017-05-26T22:49:00.000+02:002019-04-06T17:03:26.137+02:00El apóstata de la Era Atómica y el arma del "juicio final"<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;"></span> </h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiILCpabhPsLieM5eihSqEyuKPIaKUygrZllIhykkswjq9zEECTf8DjVabYe65o3xjO_xTLU5XKDte8CHMX4ngCHGfSu1ueWC3QQLsYIX5R8huJdD16730ah-sSU7do4Zlx3A50yawZCuCP/s1600/Operation_Upshot-Knothole_-_Badger_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="969" data-original-width="1140" height="340" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiILCpabhPsLieM5eihSqEyuKPIaKUygrZllIhykkswjq9zEECTf8DjVabYe65o3xjO_xTLU5XKDte8CHMX4ngCHGfSu1ueWC3QQLsYIX5R8huJdD16730ah-sSU7do4Zlx3A50yawZCuCP/s400/Operation_Upshot-Knothole_-_Badger_001.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Imagen de explosión nuclear</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">El apóstata de la Era Atómica y el arma "del juicio final"</span></h2>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
<span lang="es-ES"> Leó Szilárd
fue uno de esos personajes fabulosos que protagonizó entre
bambalinas algunos de los acontecimientos más importantes de la
primera mitad del siglo XX. Nacido en Budapest, una de las joyas de
la corona del Imperio austro-húngaro, se dice que durante toda su
vida fue capaz de anticipar los grandes eventos históricos. Así,
cuenta la leyenda que predijo tanto el comienzo de la Primera Guerra
Mundial como el advenimiento del partido nazi y el estallido de la
Segunda, un conflicto en el que desempeñó un papel tan crucial como
el que llevó a cabo en el amanecer de la Era Atómica. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Szilárd, </span><span lang="es-ES">un
tipo bastante excéntrico </span><span lang="es-ES">que </span><span lang="es-ES">se
pasó</span><span lang="es-ES"> casi toda su </span><span lang="es-ES">existencia</span><span lang="es-ES">
</span><span lang="es-ES">residiendo </span><span lang="es-ES">en
habitaciones de hotel, </span><span lang="es-ES">fue posiblemente el
primer científico que se planteó en serio la posibilidad de
construir una bomba atómica, al parecer ideando la reacción nuclear
en cadena mientras paseaba por un barrio de Londres, el lugar al que
se había exiliado en 1933 huyendo del gobierno de Hitler. Unos años
más tarde emigró a los Estados Unidos y se hizo famoso al conseguir
convencer al pacífico Albert Einstein para que enviase una carta al
presidente Roosevelt alertándole del peligro de que la Alemania nazi
se hiciese con las armas atómicas, algo que constituyó el acta de
fundación del célebre Proyecto Manhattan. Una vez en Chicago, el
inquieto y genial húngaro se unió al equipo que, liderado por
Enrico Fermi, consiguió </span><span lang="es-ES">en diciembre de
1942 llevar a cabo la primera reacción en cadena realmente sostenida
de la historia, en un reactor alimentado con una mezcla de uranio y
óxido de uranio que utilizaba grafito como moderador de neutrones.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Pero una vez
construida la bomba, </span><span lang="es-ES">Szilárd </span><span lang="es-ES">nunca
creyó que llegase a ser utilizada, pues tal era el horror que le
producía. Pensaba que los aliados la utilizarían únicamente como
elemento de disuasión para forzar a las potencias del Eje a
rendirse. Por eso, nunca le perdonó a los militares ni al presidente
Truman la decisión de lanzarla sobre los japoneses en Hiroshima y
Nagasaki, a pesar de sus fuertes alegatos en contra. Amargado, el
hombre que poseía junto a Fermi la patente del reactor nuclear
decidió pasarse a la biología molecular y, ya convertido en un acérrimo
adversario de las armas nucleares, e</span><span lang="es-ES">n 1950
especuló durante un programa de radio con la posibilidad de que un
arsenal de bombas atómicas recubiertas de cobalto pudiese llegar a
exterminar por completo a la raza humana.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Sucede que una
variedad radiactiva sintética de dicho elemento, el isótopo cobalto-60,<span style="font-family: "times new roman";"> </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">tiene una vida
media de más de cinco años y en su desintegración emite dos rayos
gamma de extrema intensidad, de modo que un solo gramo de esta
sustancia es capaz de aniquilar a su alrededor a todo bicho viviente.
Las armas at</span><span lang="es-ES">ómicas en funcionamiento son
terriblemente destructivas, pero los efectos de su radiación son de
corto plazo, por lo que el área donde han explotado se vuelve segura
en relativamente poco tiempo. </span><span lang="es-ES">Sin embargo,
un</span><span lang="es-ES">as armas </span><span lang="es-ES">recubiertas
con una capa de </span><span lang="es-ES">cobalto-</span><span lang="es-ES">59
metálico, al detonar liberarían cobalto-60 como consecuencia del
bombardeo de neutrones</span><span lang="es-ES">, </span><span lang="es-ES">y
éste, </span><span lang="es-ES">al tener una vida media de 5,27
años, contaminaría peligrosamente el ambiente durante décadas.</span></span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Szilárd solo
intentaba avisar de que la tecnología nuclear podría llegar a un
punto de no retorno pero, </span><span lang="es-ES">para su
consternación, </span><span lang="es-ES">el gobierno norteamericano
se tomó su charla en serio y llegó a experimentar con este tipo de
malévolas </span><span lang="es-ES">«</span><span lang="es-ES">bombas
sucias</span><span lang="es-ES">»</span><span lang="es-ES">. </span><span lang="es-ES">En
una ocasión, se calculó que unas 500 toneladas de cobalto
radiactivo serían suficientes para esterilizar toda la vida sobre el
planeta. Szilárd falleció en 1962 angustiado ante la perspectiva
de una guerra nuclear de proporciones apocalípticas </span><span lang="es-ES">pero,
por fortuna, en esta ocasión su predicción no se cumplió. De
momento, las bombas de cobalto solo han aparecido en obras de
ficción, incluyendo la famosa película de 1964 </span><span lang="es-ES"><i>¿Teléfono
rojo? Volamos hacia Moscú</i></span><span lang="es-ES">
(</span><span lang="es-ES"><i>Dr.Strangelove, </i></span><span lang="es-ES">en
la versión original), en la que supuestamente los rusos han
desarrollado un dispositivo de represalia denominado “la máquina
del juicio final”. Por suerte para nuestra especie, nunca se ha
fabricado un arma nuclear con el mortífero isótopo, y es probable que la sensatez
de los gobernantes impida que se fabrique jamás. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">Así que, al
menos de momento, hemos optado por otro tipo de "bomba de cobalto", esa que
llevamos décadas utilizando para machacar el
cáncer desde las unidades de radioterapia de los hospitales. Sin
duda un alivio póstumo para el bueno de Slizárd, el héroe de la
Era Atómica que se convirtió en un apóstata de su propia creación.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">¡Hasta pronto!</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.4cm; margin-top: 0.4cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><br />
<br />
</span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-36694857558867190652017-05-06T21:41:00.000+02:002017-05-26T22:52:46.726+02:00El bólido fantasma de Tunguska<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitmIx7zaf67ba4-lNHgViHy42hTb1e0QeLi8jhCMbi_jIAVwu5TAOgRLcxz7KUnvd6Y6TuIjiu2ogpiLHFg4PQsK9HhZf5vuoDZ5b9qFtsEe3RVoTN3rMgsg4CFWy1HDtOvm16aU6uRI1Q/s1600/Tunguska_Ereignis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitmIx7zaf67ba4-lNHgViHy42hTb1e0QeLi8jhCMbi_jIAVwu5TAOgRLcxz7KUnvd6Y6TuIjiu2ogpiLHFg4PQsK9HhZf5vuoDZ5b9qFtsEe3RVoTN3rMgsg4CFWy1HDtOvm16aU6uRI1Q/s400/Tunguska_Ereignis.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">El bosque de Tunguska después de la explosión del bólido</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">EL BÓLIDO FANTASMA DE TUNGUSKA</span></h2>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
llegada de un meteorito a la Tierra no es para nada un suceso
extraordinario. De hecho, se calcula que a diario caen cerca de cien
mil, aunque casi todos tienen el tamaño de un grano de arena. Hubo
un tiempo, en los albores del Sistema Solar, en que enjambres de
enormes meteoritos bombardeaban de forma inmisericorde la superficie
de nuestro planeta, y existen evidencias de que un gigantesco impacto
a finales del Cretácico pudo acabar con los dinosaurios. Sin
embargo, en las crónicas del período histórico no se encuentran
referencias a que los humanos hayan tenido que enfrentarse a nada ni
remotamente semejante, al menos hasta el 30 de junio de 1908, un día
en el que tuvo lugar en la estepa siberiana un suceso que ha llegado
a convertirse casi en una leyenda. En parte porque algunos han visto
en ello mucho más que un fenómeno natural. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esa
mañana, un descomunal bólido celeste de un tamaño de decenas de
metros de diámetro- se habla de unos cuarenta- se estrelló cerca
del rio Tunguska, en Siberia, provocando una explosión que arrasó
más de dos mil kilómetros cuadrados de bosque, en lo que fue el
impacto más potente registrado hasta la fecha de un objeto
procedente del espacio. Como si se tratase de una sucursal del
infierno, ochenta millones de árboles fueron derribados en círculos
concéntricos, dejando en el paisaje boreal un agujero descomunal. El
estallido fue tan brutal que llegó a ser detectado por todos los
sismógrafos de Europa y de Asia, y la difusión de la luz generada
por los restos de la explosión en la atmósfera provocó que tanto
en Europa como en Norteamérica las noches fuesen tan luminosas que
la gente podía hasta leer el periódico por la calle. Por fortuna,
la zona donde se produjo el suceso estaba prácticamente deshabitada,
por lo que no llegó a provocar víctimas mortales, al menos que se
sepa.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como
era de esperar, en un principio el suceso fue interpretado como el
impacto de un gran meteorito, quedando olvidado durante años dada la
falta de víctimas y el poco interés del zar por los asuntos de
Siberia, pero a partir de los años veinte se sucedieron expediciones
que pusieron de manifiesto la ausencia de cráteres de gran tamaño,
lo cual apuntaba a que el objeto estalló antes de alcanzar el suelo,
algo habitual en el caso de cometas o de grandes meteoritos. Las
discusiones se centraban en si se trataba de lo primero o de lo
segundo, cuando la explosión de la bomba de Hiroshima desató las
especulaciones acerca de la posibilidad de que el suceso de Tunguska
hubiese podido ser consecuencia de algún tipo de evento atómico de
origen natural. De ahí a pensar que fue artificial tan solo hay un
paso, uno que recorrió el escritor de ciencia ficción y ufólogo
ruso Alexander Kazantsev, quien propuso en un cuento escrito en 1946
que lo que se había estrellado era una nave extraterrestre fuera de
control cuyo reactor nuclear habría hecho explosión. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A
partir de ese momento, y durante los últimos setenta años, no hay
ufólogo que se precie que no hable de este asunto. La realidad, sin
embargo, es que no hay ningún indicio de que se haya producido en la
zona una explosión nuclear, ya que los niveles de radiactividad allí
siempre han sido normales. Por otra parte, los análisis llevados a
cabo hasta la fecha han mostrado proporciones de metales y de
isótopos que avalan el que se trató de un objeto natural de origen
extraterrestre, existiendo evidencias circunstanciales que apuntan a
que el responsable pudo ser el fragmento de un cometa. Otras posibilidades exóticas, tales como la intervención de antimateria, han sido también descartadas por ser inverosímiles.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
violencia del estallido, que se calcula liberó una energía
equivalente a casi doscientas bombas como la de Hiroshima, se debió
al hecho de que el bólido entró en la atmósfera terrestre a la
friolera de casi cuarenta mil kilómetros por hora (literalmente como
un cohete) y a que seguramente pesaba más de cien mil toneladas.
Cuando el aire a su alrededor se calentó hasta cerca de los 25.000
grados, la combinación de la infernal temperatura con la presión
que soportaba hizo que el pequeño asteroide estallase a unos ocho
mil quinientos metros de altitud, aniquilando cualquier cosa que
encontrase por medio. Si hubiese caído sobre una gran ciudad, habría
exterminado a millones de personas. Aunque se calcula que un
meteorito así puede tardar en volver a caer varios siglos, los
astrónomos escrutan el firmamento por si las moscas. No vaya a ser
que el siguiente sea como aquel con el que se encontraron los
dinosaurios.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Nota- Esta entrada es una ampliación de un fragmento del libro "Los vikingos de Marte y otras historias científicas sobre la búsqueda de vida extraterrestre" publicado por los autores del blog.</span></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-68905844775045340502017-04-15T00:43:00.000+02:002017-04-18T21:55:28.273+02:00Göring, la "selección inversa" y el retorno de los uros<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEionEfNEJhAvPq5UaV3xyKJ5wT_9-x9U77TVdMYx9daibvvN6ReU2DTx3KW4s3J0OLSGz681ltCoM59bs9G7QIYbEYnpBfvEVKghjg5Z6jx14XlVhej-ET5kj__nmGzNTb5KmjyWkdQ1V0K/s1600/Ur-painting.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEionEfNEJhAvPq5UaV3xyKJ5wT_9-x9U77TVdMYx9daibvvN6ReU2DTx3KW4s3J0OLSGz681ltCoM59bs9G7QIYbEYnpBfvEVKghjg5Z6jx14XlVhej-ET5kj__nmGzNTb5KmjyWkdQ1V0K/s400/Ur-painting.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Grabado decimonónico que muestra el aspecto del uro</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;"></span> </div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Göring, la "selección inversa" y el retorno de los uros</span></h2>
<br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Dicen
que la realidad supera la ficción, y aunque esa aseveración se haya
utilizado a veces alegremente, en pocas ocasiones lo ha sido de forma
tan acertada como a la hora de describir las actividades de unos
oscuros científicos alemanes con vistas a resucitar el uro, el
antiguo y casi mítico bóvido salvaje que hace miles de años
llenaba los bosques europeos y que el mismísimo Julio César
describió como «<i>no
mucho más pequeño que un elefante, extraordinario en tamaño y
fuerza, que no te</i><i>m</i><i>ía al hombre ni a bestia alguna</i>».
Un animal extinto a partir del siglo XVII, antepasado de todas las
razas de bovinos que pululan por los campos de Europa y que,
involuntariamente, protagonizaría una de la historias más extrañas
de la Segunda Guerra Mundial. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los
hermanos Lutz y Heinz Heck, que eran hijos del que fuera prestigioso
director del zoo de Berlín, se habían sentido fascinados desde
pequeños por las historias de los viejos guerreros germanos, altos y
de cabelleras rubias, quienes al estilo del mítico Sigfrido se
habían enfrentado a aquellas legendarias bestias en el interior de
los impenetrables bosques de la Alemania primitiva. Tras estudiar y
convertirse en competentes zoólogos por derecho propio, en la década
de los veinte los hermanos concibieron la posibilidad de recrear a
los perdidos animales utilizando la ciencia moderna. Para ello,
idearon un programa de «selección
inversa», en el que
cruzarían ejemplares que mostrasen alguna de las características de
los enormes y agresivos bóvidos con vistas a terminar por reproducir
la especie. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Decididos
a resucitar el uro, los intrépidos hermanos recorrieron Europa desde
Escocia hasta Cerdeña recolectando ejemplares de distinta razas,
incluyendo por supuesto al toro de lidia, para a continuación poner
en marcha su programa y llegar a obtener de esta manera una raza
nueva, hoy conocida como «bovino
de Heck»,
que recordaba en muchos aspectos al extinto animal, a pesar de ser
mucho más pequeño, con los cuernos más cortos y menos agresivo.
Animados por lo que ellos
consideraban un completo éxito, los Heck ampliaron su catálogo
intentando recrear al tarpan, un antiguo caballo de los tiempos
ancestrales. Así, cuando los nazis llegaron al poder en 1933, se
encontraron con una serie de experimentos biológicos que encajaban
de forma espléndida en su propio sueño de recrear la pureza del
mundo germánico, apoyando de forma entusiasta los esfuerzos de los
dos hermanos, uno de los cuales, Lutz, se convirtió en un nazi
convencido que pronto ingresó en las SS. Imbuido de fanatismo, el
zoólogo
del nacionalsocialismo se hizo íntimo amigo de Hermann Göring,
figura prominente del nuevo régimen y amante de la caza y de la vida
salvaje. A Göring, Hetz le suministró muchos animales de su
zoológico hasta que, hacia 1938, los nuevos «uros»
recreados pasaron a corretear por la reserva privada del megalómano
comandante de la Luftwaffe. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
cuando estalló la guerra, Göring vió en el bosque polaco de
Bialowieza la posibilidad de recrear los antiguos bosques germanos
donde solo los arios de raza pura podrían cazar. Ni corto ni
perezoso, hablo con su correligionario, el siniestro Heinrich
Himmler, quien en julio de 1941 envió un batallón que arrasó 34
pueblos, deportó a siete mil personas y asesinó a varios cientos
más con
el único objeto
de dejar el lugar
despoblado, libre
de presencia humana para
que los
cazadores arios de Göring pudiesen
poner en práctica su sueño de perseguir al uro en sus
bosques ancestrales.
Naturalmente, Hetz suministró los «uros»
y otros especímenes
que hicieron las delicias de los animales de dos piernas. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
la historia no acabó mal ni para los Hetz ni para sus engendros.
Para cuando Alemania hubo perdido la guerra, el bosque de Bialowieza
había caído en poder del Ejército Rojo, el ganado de Lutz había
perecido bajo las bombas aliadas y el zoo de Berlín había sido
destruido, pero el ex-zoólogo nazi fue absuelto de crímenes de
guerra y los ejemplares propiedad de su hermano fueron repartidos por
zoológicos y granjas de Europa, donde décadas después sus
descendientes siguen siendo objeto de estudio y de explotación
turística*. Por desgracia, los bovinos de Heck están lejos de ser
auténticos uros, ya que únicamente mediante selección artificial
no es posible recuperar todos los genes silenciados o perdidos por el
genuino ancestro, pero siguen
siendo
tan agresivos que requieren una vigilancia especial. Como les
pasaba a sus valedores,
los nazis.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana";"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana";">¡Hasta pronto!</span></div>
<br />
*No sin bastante polémica, los bovinos de Heck están siendo recientemente introducidos en reservas naturales de Alemania y los Países Bajos.Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-78381944045679223902017-03-31T21:55:00.001+02:002017-04-18T21:55:55.564+02:00Testículos de mono para la eterna juventud<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBnkP81c8Loxt6zMjsMEc6tgTPZXVaeD5-q0Ch6fWzuCh1b9S4GWEYMqCBpXPDrygwij3bpZNFe6JraWRC5faxI9xUReLDRq3xjRVC-8MY_6oaRfGEP1VEfv5DhwAe5vzJUcyrPZ8FnCtE/s1600/VORONOFF_PLS_3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBnkP81c8Loxt6zMjsMEc6tgTPZXVaeD5-q0Ch6fWzuCh1b9S4GWEYMqCBpXPDrygwij3bpZNFe6JraWRC5faxI9xUReLDRq3xjRVC-8MY_6oaRfGEP1VEfv5DhwAe5vzJUcyrPZ8FnCtE/s400/VORONOFF_PLS_3.jpg" width="366" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Grabado que muestra a Voronoff con un mono</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;"></span> </div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Testículos de mono para la eterna juventud</span></h2>
<span style="font-family: "verdana";"></span><br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
posible existencia de un elixir de la eterna juventud, o de la
inmortalidad, es uno de las obsesiones más enraizadas en la memoria
de los hombres. Su búsqueda ha llenado muchas páginas de historia,
no en vano se remonta a tiempos casi inmemoriales, pues ya en el
siglo V a.C. Heródoto contaba la extraña historia de los
embajadores persas a los que el rey de Etiopía mostró una fuente en
la que se encontraba el secreto de la larga vida. De igual modo, el
emperador chino <span style="font-style: normal;">Qín
Shǐ Huáng, </span><span style="font-style: normal;">obsesionado
con vivir eternamente, enviaba expediciones hasta los confines de su
mundo en busca del mágico elixir, cayendo finalmente envenenado por
los remedios a base de mercurio que a tal fin sus médicos le
suministraban. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">En
los siglos medievales, los alquimistas creían a pies juntillas en la
existencia del elixir, el cual buscaban con tanto ahínco
como a la mismísima piedra filosofal, y durante la conquista de
América es célebre la leyenda de Ponce de León y sus tribulaciones
en búsqueda de una misteriosa fuente de la eterna juventud que, a
decir de los indígenas, se encontraba en la isla de Bímini. </span><span style="font-style: normal;">También
es famosa la historia de Elisabeth Báthory, la condesa húngara que,
según la tradición, se bañaba en la sangre de jóvenes asesinadas
con vistas a recuperar su juventud. </span><span style="font-style: normal;">Más
tarde, tanto a la electricidad como a la radiactividad se les
atribuyó la propiedad de poder prolongar la vida, no siendo hasta
mediados del siglo XX cuando la obsesión por el viejo elixir pareció
decaer un poco.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Y
decimos a mediados del siglo pasado, porque pocos años antes tuvo
lugar uno de los más famosos y descabellados intentos de rejuvenecer
los tejidos humanos </span><span style="font-style: normal;">artificialmente,
nada menos que trasplantando láminas de testículo de monos jóvenes
a los adinerados clientes que podían permitírselo. El protagonista
de semejante extravagancia fue Serge Abrahamovitch Voronoff, un
cirujano francés de ascendencia rusa que creía firmemente en el
poder de las hormonas para sanar a los ancianos y prolongar su
existencia. Voronoff era un ferviente seguidor de Charles-Édouard
Brown-Séquard, uno de los primeros fisiólogos en estudiar las
hormonas que había </span><span style="font-style: normal;">llegado
a </span><span style="font-style: normal;">inyecta</span><span style="font-style: normal;">rse</span><span style="font-style: normal;">
a si mismo </span><span style="font-style: normal;">un</span><span style="font-style: normal;">
extracto de testículo de cobayas y perros </span><span style="font-style: normal;">con
vistas a rejuvenecer.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Durante
una larga estancia en Egipto, el cirujano francés había llegado a
la conclusión d</span><span style="font-style: normal;">e
que los achaques de los eunucos se debían básicamente a que </span><span style="font-style: normal;">habían
sido</span><span style="font-style: normal;">
castrados, </span><span style="font-style: normal;">de
modo que a su regreso a Europa </span><span style="font-style: normal;">el
intrépido Serge había comenzado sus propias pruebas en animales.
Una vez se hubo convencido de la utilidad de su técnica, intentó
trasplantar a sus primeros clientes testículos de jóvenes
criminales ejecutados, pero al aumentar la demanda se pasó a los
monos, llegando a montar una granja para criarlos en plena Riviera
italiana. Por extraño que pueda parecer, </span><span style="font-style: normal;">cosechó
un éxito más que significativo, hasta el punto de que hacia 1930
había llevado a cabo semejante trasplante a varios miles de hombres,
muchos de los cuales declaraban sentirse más jóvenes y vigorosos.
Entre sus clientes más renombrados y satisfechos se encontraban el
poeta y premio Nobel de literatura William Butler Yates y el
mismísimo Sigmund Freud. </span><span style="font-style: normal;">Entre
operación y operación, Voronoff mostraba orgulloso las fotografías
de caballeros de edad avanzada que supuestamente habían recuperado
el vigor de su antigua juventud. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">No
obstante, la cosa no terminó bien para el heterodoxo galeno. Aunque
</span><span style="font-style: normal;">al
principio convenció a muchos de sus colegas, </span><span style="font-style: normal;">que
incluso llegaron a aplaudirle y aclamarle en público, con el tiempo
todo el estamento científico le dio la espalda, acusándole de que
sus prácticas carecían de fundamento y que la única mejoría de
sus clientes, si es que la había, se debía como de costumbre al
efecto placebo. De hecho, la única consecuencia razonable de los
injertos no era otra que la inflamación de los testículos producida
por el rechazo de las “láminas de mono” por parte del sistema
inmunitario. </span><span style="font-style: normal;">Hacia
el final de su vida, Voronoff tuvo la esperanza de que la recién
descubierta testosterona pudiese apoyar de algún modo sus
postulados, pero pronto quedó muy claro que la hormona masculina por
excelencia no servía para prolongar la vida, y los extraños
experimentos del excéntrico cirujano cayeron para siempre en el
olvido. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">No
sin que antes el bueno de Voronoff intentase, entre otras lindezas,
trasplantar ovarios de mujeres a hembras de mono con objeto de
intentar fecundarlas con esperma de varón humano. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span></span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-31311632766107388792017-03-12T12:45:00.000+01:002017-04-18T21:56:21.152+02:00Armas de pesadilla...para sus dueños<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDbo6N4HhW1nDB5fHdGg_VbHJyvh3o2d_DBhqsXNk_3oXPxBgbxG_eKD3ylIJqEQ6InIh75Np9ALC0OFC5c_JQdCaFAGpCA3BoKHTmftnJQlMVPWWaLxw9rzExQx5t6iBXP_cWXU7bdhn7/s1600/Novgorod150.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="242" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDbo6N4HhW1nDB5fHdGg_VbHJyvh3o2d_DBhqsXNk_3oXPxBgbxG_eKD3ylIJqEQ6InIh75Np9ALC0OFC5c_JQdCaFAGpCA3BoKHTmftnJQlMVPWWaLxw9rzExQx5t6iBXP_cWXU7bdhn7/s400/Novgorod150.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Grabado que representa al Nóvgorod "navegando" como buenamente puede </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Armas de pesadilla...para sus dueños</span></h2>
<span style="font-family: "verdana";"></span><br />
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A
lo largo del tiempo, el desarrollo de nuevas armas ha protagonizado
cambios en el devenir de los conflictos bélicos que han influido
profundamente en la historia de la humanidad, contribuyendo como
pocas cosas a construir y derribar imperios, a sustentar ideologías
y, en definitiva, a transformar la sociedad. La introducción de las
armas de hierro, por ejemplo, modificó hace milenios toda la
organización política del mundo conocido, la invención del arco
largo inglés alteró parte de la historia de la Baja Edad Media y el
advenimiento de las armas de fuego está sin duda detrás del fin de
la época medieval y del nacimiento del estado moderno. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin
embargo, no siempre la introducción de armamento novedoso ha venido
acompañada del éxito, ya que en demasiadas ocasiones las
expectativas no se correspondieron con la realidad. Y si no, que se
lo digan a las tripulaciones de los bombarderos británicos que
sobrevolaban Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, que fueron
testigo de como casi la mitad de las nuevas bombas de alta capacidad,
apodadas como “<i>blockbusters</i>”, se estrellaban contra el
suelo sin llegar a detonar. O a los soldados del ejército de
Federico el Grande, cuyos mosquetes -teóricamente de última
generación- tenían tanto peso desplazado hacia la boquilla que a
menudo los disparos alcanzaban el objetivo por debajo del blanco. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una
de las cosas que mas problemas han ocasionado a lo largo de la
historia ha sido la tendencia, típica de muchas carreras de
armamento, a incrementar el tamaño de las armas hasta el punto de
terminar entregando mastodontes sin ningún valor operativo. En este
sentido, es muy conocido el caso del Maus, un carro de combate
desarrollado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial que
pesaba más de 180 toneladas y del que solo se llegaron a construir
dos prototipos, pero la costumbre es muy anterior, tal como
atestiguan algunas de las descomunales quinquerremes del periodo
helenístico que con frecuencia volcaban o directamente se hundían
en el momento de su botadura, debido al enorme peso que desplazaban.
El colmo de la fantasía tuvo lugar en el Renacimiento, donde el afán
de los comandantes italianos por competir en materia de equipamiento
condujo al diseño de máquinas tan extravagantes como el <i>Ribaudo</i>
de Antonio della Scala, una especie de ametralladora gigantesca
integrada por 144 cañones, de los cuales doce podían dispararse al
mismo tiempo. El problema es que resultaba tan pesada que necesitaba
cuatro caballos solo para moverla, lo que imposibilitaba su uso en el
campo de batalla ya que nunca daba tiempo a colocarla en posición. </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
otras ocasiones, lo que convertía a las armas en un costoso fiasco
no era tanto su tamaño como el diseño, aparentemente revolucionario
pero en la práctica completamente absurdo. Quizá el paradigma de
ésto fuesen los dos famosos acorazados «circulares» de la flota
rusa, el <i>Almirante Popov</i> y el <i>Novgorod</i>, construidos en
la década de 1860 con el casco redondo, que resultaban imposibles de
gobernar ya que no había forma de que avanzasen en línea recta y
que acabaron sus días convertidos en atracción turística. Tampoco
los aviones se salvaban de la pesadilla de algunos diseñadores que
no parecían estar en sus cabales, como es el caso de los
responsables del Royal Aircraft Factory BE.9, un avión británico de
la Primera Guerra Mundial al que apodaban «el púlpito» porque el
ametrallador se situaba en una especie de púlpito en la nariz del
aeroplano, en frente del motor, en una posición en la que durante el
vuelo corría el riesgo de ser absorbido y despedazado por este
último. Al final de la Segunda Guerra Mundial, los desesperados
ingenieros nazis entregaron, junto a verdaderas maravillas de la
técnica, algunos engendros incalificables, como el desastroso Sack
AS-6, un avión de hélice ¡con las alas circulares! </span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
si hablamos de este tipo de objetos, nada más costoso que el célebre
VZ-9 <i>Avrocar, </i><span style="font-style: normal;">el muy secreto
</span><i>platillo volante</i><span style="font-style: normal;"> que
la USAAF intentó poner en marcha en la década de los cincuenta del
siglo XX y cuyo proyecto </span><span style="font-style: normal;">se
fue al garete después de docenas de ensayos fallidos y millones de
dólares en pérdidas, dado que el aparato apenas conseguía despegar
y sus problemas de aerodinámica imp</span><span style="font-style: normal;">edían
completamente </span><span style="font-style: normal;">el </span><span style="font-style: normal;">poder
</span><span style="font-style: normal;">gobernarlo. Algo que los
norteamericanos podían haberse ahorrado simplemente recordando la
historia de los acorazados redondos del zar.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span></span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-31504081314162800312017-02-22T23:31:00.001+01:002017-02-22T23:39:23.720+01:00Arsénico, por compasión<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMZ2_DjftGfU6wnn_RYj4K7Ox5JnQpNiIoyNxz78hl0UARMRs-vnXu8VM_YLxBwUmWUfI3EqNff75xSMucGoKT2xMforCmiQjFGvrbAV9vvqyIhy53LUNxFd31U6EPRCEZa09Uh_ExJ6gP/s1600/ii_b_106.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMZ2_DjftGfU6wnn_RYj4K7Ox5JnQpNiIoyNxz78hl0UARMRs-vnXu8VM_YLxBwUmWUfI3EqNff75xSMucGoKT2xMforCmiQjFGvrbAV9vvqyIhy53LUNxFd31U6EPRCEZa09Uh_ExJ6gP/s400/ii_b_106.jpg" width="220" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Arsénico, el peor de los venenos</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Arsénico, por compasión</span> <span style="font-size: xx-small;">(*)</span></h2>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Una
de las sustancias que a lo largo de la historia ha tenido la peor de
las famas como veneno es sin duda el arsénico. Los romanos ya lo
usaban para tales menesteres y desde hace cincuenta años hay un
debate abierto acerca de si Napoleón fue asesinado con él durante
su exilio en la isla de Santa Elena. Aunque lo más probable es que
el célebre emperador muriese por las complicaciones de una úlcera,
la verdad es que se han encontrado niveles elevados de arsénico en
algunos cabellos suyos que se han conservado para la posteridad, lo
que ha llevado a especular con la posibilidad de que sus carceleros
le hubiesen envenenado.</span></span></span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span> </div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES">En cualquier
caso, el arsénico fue muy utilizado como veneno durante toda la
época victoriana. El personaje de la novela de Flaubert, </span><span lang="es-ES">Madame
Bovary</span><span lang="es-ES">, se suicida con él y un buen número
de casos de envenenamiento que en su día fueron célebres pueden
achacarse a esta causa. El trióxido de arsénico, conocido en
Francia como el </span><span lang="es-ES">«</span><span lang="es-ES">polvo
para heredar</span><span lang="es-ES">»</span><span lang="es-ES">,
era considerado la panacea de los envenenadores, ya que era fácil de
echar en la comida o la bebida, no olía a nada y no era posible
seguir su rastro en el cuerpo. Por fortuna, en 1836 el químico James
Marsh desarrolló el célebre test para detectar arsénico que lleva
su nombre, con objeto de desquitarse de la frustración que le
produjo el que John Bodle, un asesino que había envenenado a su
abuelo con la temible sustancia, se saliese de rositas cuando el
jurado no consideró como concluyente el resultado de las pruebas en
aquel entonces disponibles. Con su nuevo método, Marsh acabó con el
reinado de los </span><span lang="es-ES">«</span><span lang="es-ES">cazadores
de herencias</span><span lang="es-ES">»</span><span lang="es-ES">
para siempre. En 1840, y por primera vez en la historia, la química
forense sirvió para lograr un veredicto de culpabilidad en un juicio
por asesinato, al demostrarse mediante el análisis del cadáver y de
los restos de comida que una tal Marie Lafarge había utilizado
arsénico para matar al bueno de su marido.</span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span> </div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Siendo
así que en el siglo XIX las propiedades tóxicas del arsénico eran
tan bien conocidas que sus sales se utilizaban como matarratas y para
cobrar por la vía rápida, podría parecer que nadie en su sano
juicio lo usaría para hacer pintura, pero nada más lejos de la
realidad. El “verde de París” </span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">era un pigmento tan hermoso que se utilizó durante décadas para
fabricar las mejores pinturas, los más costosos tintes y los más
bellos papeles pintados. El mismísimo William Morris, el árbitro de
la moda victoriana, abogaba por su uso en detrimento de otros
pigmentos, a pesar de que la prensa empezaba a hacerse eco de su
toxicidad. En efecto, en los húmedos inviernos del norte el moho
convertía el pigmento en arsina (hidruro de arsénico), un gas
incoloro que resulta muy efectivo a la hora de matar gente</span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">. </span></span></span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span></span> </div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">Como
de costumbre, la industria se resistió todo lo posible a abandonar
el pigmento hasta que no hubo encontrado un sustituto adecuado,
condenando a miles de personas a una grave intoxicación. De hecho,
hasta comienzos del siglo XX no empezó a restringirse el libre
acceso de la gente al arsénico, un producto que, por extraño que
pueda parecer, se utilizaba en un gran número de remedios para
combatir enfermedades. Parte de la responsabilidad de esto último la
tuvo Paul Ehrlich, el eminente médico alemán que fue el primero en
encontrar un agente antimicrobiano eficaz cuando se le ocurrió
emplear el arsénico para curar la sífilis, en forma de un
medicamento llamado salvarsán. El salvarsán no era tóxico, pero
desató la moda de usar muchos compuestos que sí lo eran, hasta que
las autoridades sanitarias decidieron acabar con el despropósito</span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">. </span></span></span></span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span></span> </div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No se sabe a ciencia cierta por qué
el arsénico resulta tan tóxico, aunque parece que su metabolización
produce moléculas que interfieren con las hormonas y con el ADN. El
problema actual es que este elemento se encuentra un poco por todas
partes, concentrándose con relativa facilidad en determinados tipos
de suelo. En Bangladesh, por ejemplo, más de 70 millones de personas
están sometidas a peligro de envenenamiento debido a los elevados
niveles de arsénico presentes en las aguas subterráneas y, de
hecho, cientos de miles sufren de envenenamiento crónico. La
arsenicosis, fruto del consumo de agua contaminada durante años,
origina diabetes, cáncer, y graves daños en el hígado y el riñón.
La OMS, el Banco Mundial y el gobierno del país asiático llevan
décadas buscando soluciones, pero dado el grado de pobreza del país
y la dificultad de la tarea es probable que se tarde décadas en
resolver el problema.</span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: xx-small;">(*)</span> ¿Te ha gustado esta entrada? Pues no es sino un extracto de nuestro libro, <em>El secreto de Prometeo y otras historias sobre la tabla periódica de los elementos. </em>¡No te lo pierdas! ¡Está en todas las librerías!</div>
<br />
<div align="justify" class="sdfootnote-western">
<br /></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-27373578691362962772017-02-03T19:18:00.000+01:002017-04-18T21:56:56.496+02:00La información "imposible" de Los viajes de Gulliver<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiei0e7IMcj2ZCae0RqYOzx_mJyb-7syRJ3dwC-LbQIi_pdMYlTs8gMSG0nPuynecUPTrAhQutGbLP3PddMTlvPLx0CzBKG6I6AnxeOJK4JoVaLEOblmdwwiCf9GSUDx9RJj9Zwg8QwNZwq/s1600/Laputa_-_Grandville.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiei0e7IMcj2ZCae0RqYOzx_mJyb-7syRJ3dwC-LbQIi_pdMYlTs8gMSG0nPuynecUPTrAhQutGbLP3PddMTlvPLx0CzBKG6I6AnxeOJK4JoVaLEOblmdwwiCf9GSUDx9RJj9Zwg8QwNZwq/s400/Laputa_-_Grandville.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Gulliver descubre la isla voladora. Ilustración de J.J.Grandville</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">La información "imposible" de <em>Los viajes de Gulliver</em></span></h2>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
<br />
</span></span><div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">A
consecuencia de los continuos avances de la astronomía, a mediados
del siglo XVIII había mucha gente que creía en la posibilidad real
de que existiese vida inteligente en otros lugares del Sistema Solar,
y no nos referimos únicamente al gran público sino también a
eminencias como Voltaire, Laplace o Kant. El mismísimo William
Herschel, el célebre descubridor del planeta Urano, opinaba no solo
que existían los selenitas sino que incluso el Sol debía estar
habitado, siendo las manchas solares unas «ventanas» en la
superficie del Astro Rey que podían permitirnos ver un interior
desde donde los seres solares quizá también nos observasen a
nosotros. </span>
</span></span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Es
en este contexto en el que comenzaron a publicarse importantes obras
de ficción como el </span></span><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>Micromegas
</i></span></span><span style="font-variant: normal;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">de
Voltaire, en el que se nos cuenta como un gigante exiliado de un
planeta que orbita la estrella Sirio y un habitante de Saturno llegan
montados en un cometa hasta la Tierra, poniéndose a charlar sobre
filosofía y ciencia con un pequeño grupo de sabios. Además,
en su pequeño libro el gran escritor francés adjudica al planeta
Marte dos satélites que nadie había visto nunca, aunque, e</span></span></span></span><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">n
realidad, Voltaire no era el primero en imaginar que el planeta rojo
dispusiese de esta compañía, pues ya un cuarto de siglo antes
Jonathan Swift había hecho mención a lo mismo en su célebre
novela, </span></span><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>Los
viajes de Gulliver. </i></span></span><span style="font-variant: normal;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">Lo
más probable es, por tanto, que Voltaire simplemente adoptase la
idea sugerida por el irlandés. </span></span></span></span>
</span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-variant: normal;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><span style="font-style: normal;">Ahora
bien, c</span></span></span></span><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">omo
resulta que Fobos (del griego Φóβoς, «miedo») y Deimos (de
Δείμος, «terror») son reales pero no serían descubiertos
hasta 1877, muchos partidarios de que los extraterrestres nos visitan
vienen advirtiendo desde hace décadas de que estamos ante la prueba
incontestable de que Swift tuvo que recibir esta información de
alguna fuente desconocida, quizá a partir de un contacto directo o
bien de un documento perdido que narrase una auténtica visita
alienígena a nuestro planeta. Como evidencia adicional, apuntan a
que en la obra los habitantes de la isla imaginaria de Laputa
proporcionan al protagonista información acerca de la distancia y el
período orbital de ambos satélites con respecto al planeta, algo
que, aseguran, Swift no habría sido capaz de inventar.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Sin
embargo, un sencillo examen de los</span></span> <span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">detalles</span></span>
<span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">proporcionados
en </span></span><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><i>Los
viajes de Gulliver</i></span></span> <span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">muestra
que los aparentemente extraños datos en realidad carecen de
precisión. Fobos está situado a 9.377 km de Marte y completa su
órbita en 7 horas y 39 minutos, mientras que Deimos se encuentra</span></span>
<span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">a 23.459 km
y tarda poco más de 30 horas y media. Sin embargo, en la novela se
dice que el primero está a 20.000 km del planeta y tarda 10 horas en
rodearlo y que</span></span> <span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">el
segundo se aleja hasta los 34.000 Km, tardando 21 horas. Por tanto,
la disparidad es tan grande que no permite pensar en una información
fidedigna, sino más bien en una extraordinaria intuición acompañada
de unos datos ideados por el propio autor.</span></span>
</span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">¿Cuál
es, por tanto, la explicación del misterio? Sin duda, una bastante
menos excitante que la del supuesto contacto alienígena. Como Venus
no tiene satélites, la Tierra tiene uno, y en aquella época se
pensaba que Júpiter tenía cuatro, Swift habría adjudicado dos a
Marte para mantener la progresión. Esta conjetura</span></span>
<span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">estaba
basada en algunas ideas de Kepler que partían de una teoría
relacionada con los sólidos perfectos entroncada, a su vez, con la
vieja idea pitagórica de la «música de las esferas». Por otra
parte, y como no podían verse con el telescopio, el autor estimó
correctamente que ambos satélites debían ser pequeños y
encontrarse cerca del planeta, por lo que sus períodos orbitales
serían cortos. Por el contrario, las distancias que indicó fueron
totalmente especulativas, aunque a partir de ellas probablemente
utilizase las ya conocidas leyes de Kepler para calcular el periodo
de las órbitas. </span></span>
</span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: small;"><span lang="es-ES">Como
suele suceder en estos casos, un simple análisis superficial de un
pretendido enigma permite descartar de inmediato las hipótesis
extravagantes, aunque siempre quedarán personas que sigan pensando
que hay algo raro detrás de todo esto. En el caso que nos ocupa, y
por extraño que pueda parecer, la imaginación de dos grandes
escritores del Siglo de las Luces ha desembocado en pleno siglo XXI
en una miríada de páginas en internet en donde se especula con la
naturaleza de la misteriosa fuente que habría informado a Swift de
los detalles de los satélites de Marte muchas décadas antes de que
se descubriesen. Y es que, a fin de cuentas, ¿a quién le interesa
una explicación prosaica si tal vez pueda existir otra sensacional?</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></span><br />
<div align="justify" style="line-height: 100%;">
</div>
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 100%;">
</div>
<div align="justify" class="body-text-indent" style="line-height: 150%;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-69298878866874954302017-01-13T21:29:00.000+01:002019-04-06T17:04:14.238+02:00Gases misteriosos y recetas para fabricar ratones<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj07expKpWfdauo0x6CasN6zgNBEnnYBHhFs07QhuBnAOPTUFlw-s5UxfJL0oPXnw9gh4p0jGwK4k7CW8Ig_Kq_sHUd0MjTPC2gaGDree1SFZqIgxXiU_Crz964gGwzgi8FXnTEdOyOVMjx/s1600/Jan_Baptist_van_Helmont_and_his_son.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj07expKpWfdauo0x6CasN6zgNBEnnYBHhFs07QhuBnAOPTUFlw-s5UxfJL0oPXnw9gh4p0jGwK4k7CW8Ig_Kq_sHUd0MjTPC2gaGDree1SFZqIgxXiU_Crz964gGwzgi8FXnTEdOyOVMjx/s400/Jan_Baptist_van_Helmont_and_his_son.jpg" width="360" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Grabado que representa a Van Helmont y a su hijo en <em>Ortus Medicinae</em></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Gases misteriosos y recetas para </span></h2>
<h2 style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">fabricar ratones</span></h2>
<div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
</div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nacido
en 1580, el flamenco Jan Baptist Van Helmont fue una de las figuras
más extraordinarias de las décadas que precedieron al advenimiento
de la Revolución científica. Químico, fisiólogo y médico, es
considerado como uno de los padres fundadores de la «química
neumática», no en vano fue el primero en utilizar la palabra «gas»
(del griego Χάος<i>).</i><span style="font-style: normal;"> </span><span style="font-style: normal;">Aunque
era médico de formación y practicó </span><span style="font-style: normal;">dicha
disciplina</span><span style="font-style: normal;"> durante mucho
tiempo, su verdadera pasión era la química, a la cual pudo
dedicarse por completo tras jubilarse a temprana edad, gracias al
hecho de que tanto sus padres como su esposa eran de noble linaje y
su posición era, por tanto, acomodada. </span><span style="font-style: normal;">Combinando
sus conocimientos de medicina y fisiología con las ideas de
Paracelso, </span><span style="font-style: normal;">aplicó</span><span style="font-style: normal;">
los principios de la química a la investigación de procesos como la respiración o la digestión, llegando a intuir incluso el concepto de enzima, </span><span style="font-style: normal;">razón
por la cual también se le tiene por </span><span style="font-style: normal;">el
gran</span><span style="font-style: normal;"> </span><span style="font-style: normal;">precursor</span><span style="font-style: normal;">
de l</span><span style="font-style: normal;">os</span><span style="font-style: normal;">
bioquímic</span><span style="font-style: normal;">os</span><span style="font-style: normal;">. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Algunos
de los experimentos de Van Helmont fueron muy avanzados para la
época. A partir de la observación de la combustión del carbón
vegetal y de la fermentación del vino fue capaz de identificar lo
que él llamó el </span><i>gas sylvestre, </i><span style="font-style: normal;">que no era otro que el dióxido de
carbono, uno de los compuestos más importantes de la naturaleza. Se
cree que el </span></span><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">gran estudioso
nacido en Bruselas era consciente de las grandes cantidades</span> de gas
que se desprenden al quemar la materia orgánica, </span><span style="font-style: normal;">aunque</span><span style="font-style: normal;">
no llegó a darse cuenta de todas las implicaciones que eso tenía.
</span><span style="font-style: normal;">De hecho, como consecuencia
de uno de sus experimentos más famosos, consistente en cultivar un
sauce llorón durante cinco años suministrándole únicamente agua,
llegó a la errónea <span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">conclusión de que el árbol había ganado toda
su masa gracias al líquido elemento, sin percatarse del papel que
jugaba el gas que había descubierto. </span></span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Sin
embargo, al igual que sucedía con otros investigadores de su época,
el pensamiento de Van Helmont era en realidad una desconcertante
mezcla de ciencia con misticismo y magia, una especie de </span><span style="font-style: normal;">vi</span><span style="font-style: normal;">a
de transición entre la vieja tradición de supersticiones medievales
y la nueva filosofía natural de carácter experimental y
positivista. </span><span style="font-style: normal;">De hecho, parte
de la razón de que se equivocase en el experimento del árbol t</span><span style="font-style: normal;">uvo</span><span style="font-style: normal;">
que ver con su adhesión a cierta versión de la </span><span style="font-style: normal;">trasnochada
</span><span style="font-style: normal;">teoría de los cuatro
elementos de Aristóteles, según la cual el agua siempre jugaba un papel
primordial.</span><span style="font-style: normal;"> Incluso para
algunos ilustres contemporáneos, como el célebre químico Robert
Boyle, Van Helmont combinaba de manera irritante un gran número de
descubrimientos relevantes con toda una sarta de tonterías. Por
ejemplo, en sus escritos a menudo divagaba sobre oscuros conceptos
metafísicos de naturaleza religiosa que después aplicaba a la
cosmología. También era un profundo creyente en la naturaleza real
de la piedra filosofal, </span><span style="font-style: normal;">herencia
de los alquimistas que </span><span style="font-style: normal;">la
habían puesto de moda</span><span style="font-style: normal;">
</span><span style="font-style: normal;">durante el</span><span style="font-style: normal;">
Renacimiento, así como en otras ideas aún más extrañas. Una de
las más extravagantes era su convicción de que aplicar un ungüento
a un cañón ayudaba a curar las heridas que producía. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Pero,
adepto como era de la antiquísima teoría de la generación
espontánea, que hundía sus raíces más allá de los tiempos </span><span style="font-style: normal;">de
la Grecia clásica,</span><span style="font-style: normal;"> y según
la cual los seres vivos podían surgir espontáneamente de lugares
tales como las charcas o el barro, quizá la actividad más
pintoresca que nos haya legado el genio de Flandes es una delirante
receta para producir ratones a partir de unos granos de trigo
mezclados con ropa sucia. </span><span style="font-style: normal;">En
muchos sitios de internet pueden encontrase referencias simplificadas
al espectacular texto de Van Helmont, pero </span><span style="font-style: normal;">la
traducción completa más difundida </span><span style="font-style: normal;">del
original </span><span style="font-style: normal;">reza así </span><span style="font-style: normal;">(van
Helmont, </span><i>Ortus Medicinae</i><span style="font-style: normal;">,
</span><span style="font-style: normal;">p 92, </span><span style="font-style: normal;">1667):</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">"</span><i>…L</i><i>as criaturas tales como los piojos, garrapatas, pulgas
y gusanos son nuestros miserables huéspedes y vecinos, pero nacen de
nuestras entrañas y excrementos. Porque si colocamos ropa interior
llena de sudor, con trigo, en un recipiente de boca ancha, al cabo de
veintiún días el olor cambia y el fermento, surgiendo de la ropa
interior y penetrando a través de las cáscaras de trigo, </i><i>transforma</i><i>
el trigo en ratones; </i><i>p</i><i>ero lo que es más notable aún
es que se forman ratones de ambos sexos, y que éstos se pueden
cruzar con ratones que hayan nacido de manera normal… Pero lo que
es verdaderamente increíble es que los ratones que han surgido del
trigo y la ropa intima sudada no son pequeñ</i><i>it</i><i>os ni
deformes, ni defectuosos, sino que son adultos perfectos...</i><span style="font-style: normal;">"</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;">P</span><span style="font-style: normal;">or
qué al bueno de Van Helmont no se le ocurrió que los ratones no
salieron del recipiente, sino que entraron en </span><span style="font-style: normal;">é</span><span style="font-style: normal;">l
desde fuera,</span><i> </i><span style="font-style: normal;">dice
mucho de la peculiar forma de pensar del por otra parte gran pionero
de la ciencia moderna.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta la próxima!</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br /></span></div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-65052275566660759652016-12-18T22:28:00.000+01:002019-04-06T17:04:43.460+02:00Scott, Napoleón y la leyenda de la maldición del estaño<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7101NZhY5jI_nnFGd7QXzL3UnZpiERFb0gucZqWk0pAQBsJpMf6iSeDncZinYwlxN_Wr3lRME8wXTYfLfR-lUrRazBpkvAV0-3mcEeRdWfJw0o0Fvy-trgMCHOzxBqDHOcEXw7x_lUoX8/s1600/Scottgroup.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7101NZhY5jI_nnFGd7QXzL3UnZpiERFb0gucZqWk0pAQBsJpMf6iSeDncZinYwlxN_Wr3lRME8wXTYfLfR-lUrRazBpkvAV0-3mcEeRdWfJw0o0Fvy-trgMCHOzxBqDHOcEXw7x_lUoX8/s400/Scottgroup.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Los miembros del equipo de Scott en el Polo Sur, el 18 de enero de 1912.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Scott, Napoleón, y la leyenda de la maldición del estaño</span></h2>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
el mundo de los metales el estaño es un caso muy raro. No solo se
funde a una temperatura bastante reducida (232ºC), sino que cuando
se enfría por debajo de 13,2ºC su estructura cristalina cambia,
haciendo que el material engorde, se vuelva frágil y acabe por
desmenuzarse en una especie de polvo blanco. Además, y por si esto
fuera poco, cuando se dobla una barra de estaño el metal produce un
chirrido característico causado por el rozamiento interno, que
parece literalmente un grito. </span></span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Estas
curiosas propiedades del estaño nunca impidieron que en la
antigüedad fuese un auténtico material estratégico, buscado por
todas partes para fabricar el omnipresente bronce -los fenicios se
atrevieron a cruzar el estrecho de Gibraltar y llegar hasta las islas
Casitéridas (¿Gran Bretaña?) - ni que haya sido utilizado durante
milenios para fabricar todo tipo de objetos, desde juguetes hasta
latas de conserva. La razón de esto último tiene que ver con su
resistencia a la corrosión, una propiedad que, como hemos visto,
desaparece sin embargo por completo en cuanto hace un poco de frío. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
extraña tendencia de este metal a descomponerse a temperaturas
bajas, en lo que ha venido a conocerse como la “peste del estaño”,
ha ocasionado todo tipo de problemas a lo largo de la historia,
alguno de los cuales ha llegado a convertirse en célebre. En ese
sentido, entre los más comentados en libros, artículos de
divulgación y páginas web, se encuentran los acaecidos al
infortunado capitán Scott y a su condenada expedición al Polo Sur
de 1912, así como los que supuestamente habrían aquejado al
ejército de Napoleón unos cien años antes, durante la desastrosa
campaña de Rusia del invierno de 1812. Ahora bien, ¿sucedieron de
verdad ambos incidentes o se trata más bien de leyendas urbanas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
el caso de la frustrada hazaña del explorador británico, la
desafortunada intervención del estaño habría tenido que ver con
las soldaduras de las latas que contenían el queroseno que servía
para alimentar el motor de dos trineos, además de para calentarse y
preparar la comida. En su diario, el capitán Scott revela como en el
último tramo de su viaje se encontraron con varias latas vacías,
algo que durante mucho tiempo ha sido atribuido a que la “peste del
estaño” destruyó las soldaduras hechas a base del metal y
sometidas a temperaturas de muchos grados bajo cero. Sin embargo, no
existen pruebas concluyentes de que esto fuese así. Algunas de las
latas supervivientes tienen los sellos intactos y un análisis de las
mismas ha mostrado que el combustible no estaba contaminado por el
estaño, algo a lo que también se atribuyó en su día el mal
comportamiento de los motores. De hecho, las soldaduras podrían no
haberse estropeado de forma significativa, ya que el estaño
utilizado probablemente no fuese de gran pureza. No obstante, lo
relatado en el diario del infortunado explorador deja la puerta
abierta a que la corrosión de las soldaduras pudiese haber
intervenido de alguna manera en el desastre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por el contrario, caben pocas dudas de que la historia de lo sucedido
a la <i>Grande Armeé</i> de Napoleón sea poco más que una leyenda
urbana. Aunque es muy posible que los botones de estaño de las
guerreras de los soldados franceses se viesen afectados por las
inclementes temperaturas del terrible invierno ruso, hay muchas
formas de atar, coser o mantener cerrada una prenda de tela, por lo
que no parece probable que la fragilidad del estaño fuese demasiado
responsable de las congelaciones. No está claro cual es el origen de
este mito, que ha sido repetido hasta la saciedad en las últimas
décadas, pero probablemente su veracidad sea similar a la de los
relatos que circulan en algunos países nórdicos – de modo
particular en Noruega – acerca de cómo los órganos de las
iglesias se desmenuzaban literalmente en invierno por culpa de esta
peculiaridad. En cualquier caso, es una realidad que la insólita
capacidad del estaño para estropearse a bajas temperaturas ha
ocasionado tantos problemas que su famosa “peste” ha dañado
irremediablemente la imagen de este sorprendente metal, pagado en la
antigüedad a precio de oro y que convive con nosotros a diario en
forma de hoja de lata.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana"; font-size: 10.06px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Nota- Texto adaptado del libro del autor: </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: black; font-family: &quot; font-size: 10.06px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Esto no estaba en mi libro de historia de la química</i><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br /></span></div>
</span><br />
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-53738593228066838232016-12-02T22:14:00.001+01:002016-12-11T01:46:48.971+01:00Los orígenes enigmáticos del primer portulano de Occidente<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtIF0jHjVACjaH6X4pPxCXQDPUQz3z1HtRRwdAlE3FalZG-GkKB8eI9q6GTDEulueYdodGKK9sWX4qB4KFb8pkDaHluorStMxSVWLXLWw0yTrkcuDAk9h1_04I04q7QbRHKj76tTnzqjgb/s1600/Carte_Pisane_Portolan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtIF0jHjVACjaH6X4pPxCXQDPUQz3z1HtRRwdAlE3FalZG-GkKB8eI9q6GTDEulueYdodGKK9sWX4qB4KFb8pkDaHluorStMxSVWLXLWw0yTrkcuDAk9h1_04I04q7QbRHKj76tTnzqjgb/s400/Carte_Pisane_Portolan.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">La Carta Pisana en el pergamino original</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-large;">Los orígenes enigmáticos del primer portulano de Occidente</span></span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En
la Biblioteca Nacional de París se conserva desde 1839 una
legendaria carta náutica, la Carta Pisana, sobre la que se han
vertido auténticos ríos de tinta. Y no es para menos. Supuestamente
confeccionada en la segunda mitad del siglo XIII (no puede ser
anterior a 1256 ni posterior a 1290 debido a ciertos detalles de la
información que proporciona), es el primer ejemplo que se conserva
de los llamados portulanos medievales, una colección de
extraordinarios mapas en los que se representan por primera vez las
costas del Mediterráneo y del Mar Negro, así como parte del Océano
Atlántico, con un aspecto extrañamente moderno, muy alejado de las
rudimentarias representaciones hasta entonces habituales en la
cartografía medieval. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El
sorprendente mapa, bautizado con ese nombre debido a que fue
encontrado en Pisa, en Italia, muestra con todo lujo de detalle los
accidentes costeros así como muchos de los puertos que en aquella
época jalonaban los mares mencionados, pero carece de información
alguna acerca del interior, lo que prueba que se trata con toda
probabilidad de una carta de navegación, la primera conocida en
Occidente. Es también el primer mapa que se conserva en el que se
introducen los círculos de rumbos, en concreto dos, con dieciséis
divisiones correspondientes a las direcciones de la rosa de los
vientos, algo que, junto con su orientación, parece estar
relacionado con la difusión del uso de la brújula en la zona del
Mediterráneo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tradicionalmente,
se cree que la Carta Pisana y sus posibles predecesoras fueron
desarrolladas en el área de influencia genovesa, entre otras cosas
porque la densidad de puertos que muestra es mayor en la zona del Mar
Tirreno, difundiéndose después la nueva cartografía hacia Venecia
y Mallorca, donde se confeccionaron muchos de los ejemplares de los
siglos XIV y XV que guardan un estrecho parecido tanto entre sí como
con su ilustre precursor de Génova. Pero el verdadero misterio
reside en saber cuales pudieron ser las fuentes originales de este
extraordinario mapa, cuya precisión, especialmente en lo tocante a
las longitudes geográficas, hace que no se encuentre nada ni
remotamente parecido entre el resto de la cartografía antigua o
medieval. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por
un lado, es evidente que gran parte de la información reflejada en la
carta es de carácter eminentemente práctico, probablemente obtenida a través de
la experiencia de los marineros. Además, el uso de
dialectos en los nombres de algunos lugares apunta a que los detalles
fueron recopilados a partir de diversas fuentes regionales. Sin
embargo, a lo largo del tiempo se han sugerido otras alternativas,
como la posible influencia sobre la carta de la
antigua cartografía grecorromana, o como
la propuesta por parte del geógrafo y explorador sueco Otto
Nordenksjöld acerca de la supuesta existencia de un original
perdido de origen español, posiblemente obra de Ramón Llull. También existen hipótesis más especulativas e incluso disparatadas, como la que asegura que la carta es copia de un mapa muy antiguo y extraordinariamente preciso, en el que
algunos han visto la huella de una civilización desaparecida. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La
idea de Nordenksjöld partía de la base de que todos los portulanos
posteriores no eran sino copias retocadas de la Carta Pisana o de un
ejemplar anterior que, según los partidarios del origen antiguo del
mapa, podría haber llegado hasta Italia procedente de los archivos
bizantinos tras el saqueo de Constantinopla en 1204. Sin embargo, y
a pesar del indudable parecido entre todas ellas, un examen detallado
de las cartas náuticas de los dos siglos posteriores muestra una
cierta evolución que hace pensar en un desarrollo paulatino de la
idea original a partir de su origen incierto, no existiendo prueba
alguna que relacione a la Carta Pisana con las vicisitudes de la
Cuarta Cruzada ni con ninguno de los cartógrafos de la antigüedad.
Bien es verdad que algunos estudiosos han respaldado con ciertos argumentos que
los artesanos que la confeccionaron pudieron haberse visto
influenciados por los trabajos del geógrafo fenicio Marino de Tiro,
esto último probablemente a través de fuentes musulmanas, o por los viejos mapas de la red de calzadas costeras del Imperio romano que se conservaban en los archivos de Constantinopla. En este último caso, una vez más sería el célebre saqueo la fuente del enigmático mapa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sea
cual sea la respuesta, lo cierto es que la Carta Pisana es, por
derecho propio, uno de los trabajos de cartografía más influyentes
de la historia y, al mismo tiempo, uno de los que más controversias
ha despertado. Desde los que no ven en el más que la cristalización
de las nuevas ideas acerca de la navegación y la cartografía que se
desarrollaron en el área del Mediterráneo durante el transcurso de
la Baja Edad Media hasta los que piensan que se trata de un documento
de origen templario que contiene instrucciones secretas, pasando por los que opinan sin ningún tipo de prueba que el mapa es copia de un original mucho más completo y confeccionado por una misteriosa civilización perdida de la edad del Hielo que algunos identifican con la Atlántida, nadie
parece indiferente a la fascinación que suscita uno de los
documentos más extraordinarios de toda la ciencia medieval. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Hasta
pronto!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8079257841341718955.post-17622842415050822712016-11-11T23:17:00.002+01:002016-11-24T22:06:15.964+01:00Orffyreus y el movimiento perpetuo*<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU5R8eDgbYsK-wTKQNSy_qIi-pbVggZWC3pyorM-pG8hZLjKH3wXqSRCeri_DsVvRzGoHz5Hn2SkP1TueUPIjg94FpHaO2y6WDpkwpw4HMwV8QOuBCjf4VCTP0alJVD_0yCX9v5BYSrMiG/s1600/Orffyreus_Das_Mersseburgische_Perpetuum_Mobile.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU5R8eDgbYsK-wTKQNSy_qIi-pbVggZWC3pyorM-pG8hZLjKH3wXqSRCeri_DsVvRzGoHz5Hn2SkP1TueUPIjg94FpHaO2y6WDpkwpw4HMwV8QOuBCjf4VCTP0alJVD_0yCX9v5BYSrMiG/s400/Orffyreus_Das_Mersseburgische_Perpetuum_Mobile.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Diagrama de la célebre máquina de Orffyreus</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-large;">Orffyreus y el "movimiento perpetuo"</span></h2>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Desde el principio de los tiempos, las personas de mente despierta observaron con curiosidad el movimiento sin descanso de los ríos, de las nubes o de los astros. El Sol, por ejemplo, salía y se ponía todos los días, sin excepción, una y otra vez, desde tiempo inmemorial, sin que nadie pareciese empujarle. Este aparente “movimiento perpetuo </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">natural” no parecía ser obra de los dioses, sino de algún tipo de mecanismo intrínseco a las cosas naturales. ¿No sería posible remedar este mecanismo de algún modo? ¡Qué fácil sería la vida si las máquinas se pudiesen mantener siempre en movimiento, sin necesidad de hacer ningún esfuerzo! </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El más notorio de los defensores del movimiento perpetuo fue Johann Ernst Elias Bessler, más conocido como Orffyreus (1680-1745). Aunque había estudiado teología y medicina, Orffyreus era un apasionado de la mecánica y, en concreto, de los mecanismos de relojería. Parece ser que experimentó durante años con cientos de modelos de móvil perpetuo, y aseguraba haber construido al menos cuatro que funcionaban perfectamente. En 1717 publicó un panfleto titulado <em>Perpetuum Mobile Triumphans by Orffyreus</em>, donde afirmaba haber conseguido que “un material muerto no solamente se mueva a si mismo, sino que levante peso y haga trabajo”. Sus máquinas tuvieron tanto éxito que legiones de curiosos pagaban por verlas en funcionamiento, aunque se dice que el bueno de Orffyreus empleaba a menudo el dinero en obras de caridad. En una ocasión, llegó a poner su secreto a la venta por el equivalente a unos 25,000 Euros. Al enterarse de lo lucrativo del negocio, el Príncipe de Hessen-Kassel, del que llegó a ser consejero, estableció un impuesto sobre el dinero recolectado, lo cual se dice que enfadó tanto a Bessler que en un arranque de cólera destrozó uno de sus fascinantes modelos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero el mayor éxito de Bessler, y quizás el más enigmático de todos los intentos de construir un móvil perpetuo, tuvo lugar el 12 de Noviembre de 1717, cuando bajo los auspicios del Landgrave de Hessen el mecánico aficionado construyó una rueda de buen tamaño que fue puesta en movimiento y encerrada en una habitación sellada. Según las crónicas, el 26 de Noviembre y posteriormente el 4 de Enero de 1718, la habitación fue abierta, encontrándose, para sorpresa de todos, que la misteriosa rueda parecía seguir girando a la misma velocidad que al principio. Sin embargo, solamente algunas personas tuvieron ocasión de examinar el mecanismo en secreto, y solo lo hicieron en parte. En verdad impresionado, el Landgrave envió al filósofo y matemático holandés Willem Gravesande a examinar el artefacto, y el profesor quedó igualmente convencido de estar ante un ejemplo genuino de movimiento perpetuo. Por desgracia, el Landgrave no había informado a Orffyreus acerca de este examen, y éste, montando de nuevo en cólera, destruyó el mecanismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">De hecho, la explicación del misterio podría ser sencilla. Como excelente relojero que era, Orffyreus había desarrollado un mecanismo de engranajes capaz de mantener el movimiento durante un tiempo prolongado, algo nada extraordinario ya en aquella época. Por descontado, si la rueda se hubiese dejado funcionar durante el tiempo suficiente, habría terminado por pararse. Otra posibilidad nada desdeñable es que se tratase de un fraude, ya que el hecho de que la habitación estuviese cerrada impedía observar lo que sucedía en su interior. De hecho, el intrépido relojero fue acusado de ello en muchas ocasiones, llegando a decirse que había otras personas que manipulaban los instrumentos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En cualquier caso, Orffyreus, que había destruido todos sus dibujos y modelos cuando pensó que iba a ser arrestado por este motivo, murió en 1745 al caerse de uno de sus aparatos, llevándose a la tumba su secreto para siempre. En las décadas que siguieron, la creencia en la posibilidad de que existiese el movimiento perpetuo languideció, hasta que el desarrollo de la nueva ciencia de la termodinámica durante la primera mitad del siglo XIX enterró el sueño para siempre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¡Hasta pronto!</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana";"></span> </div>
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: xx-small;">*<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Extractado y adaptado de <em>El científico que derrotó a Hitler</em></span></span></div>
<br />
<div align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
Alejandro Navarro y Marisol Martinhttp://www.blogger.com/profile/00596295371058470923noreply@blogger.com1