jueves, 13 de febrero de 2014


La estela grabada mostrando la cuadrícula, las costas y la red fluvial
 

Un fantástico mapa de piedra

 
En China, en el siglo XII de nuestra era, alguien grabó sobre piedra un extraordinario mapa del celeste imperio que incluía una impactante representación de su red fluvial y sus costas. Con una precisión increíble para la época, sobre todo en lo referente a las longitudes geográficas y al detalle con el que se muestran los ríos y los afluentes, en particular el Huang He y el Yangtsé, el mapa parece estar centrado en destacar la red fluvial interior, dejando la costa, cuyos contornos son menos precisos y están mucho menos detallados, en un segundo plano. Este mapa, que mide aproximadamente 91 x 91 cm, presenta una serie de peculiaridades que lo convierten en uno de los más enigmáticos de la Edad Media.
En primer lugar, el propio nombre del mapa (Yu Ji Tu, “el mapa de los caminos de Yu”) plantea la cuestión del origen de sus fuentes, ya que hace referencia a Yu el Grande, un gobernante legendario que habría vivido hacia el 2100 A.C. al que se atribuye la inauguración del sistema dinástico chino y el control de las inundaciones a través del diseño e instalación de un sistema de irrigación y dragado, además de la utilización, junto a su padre, de una misteriosa sustancia mágica capaz de crecer y expandirse por sí sola. En línea con esto, el mapa parece hacer referencia a una China arcaica y mítica, cuya unificación contrasta con las innumerables disputas territoriales y dinásticas propias de la China medieval.
En segundo lugar, los detalles técnicos del mapa asombran por su extraño semblante moderno, que contrasta de manera chocante con la calidad de los mapas medievales occidentales contemporáneos e, incluso, con la de otras obras procedentes del celeste imperio. De hecho, estamos ante el primer mapa chino conocido que utiliza una cuadrícula, cada uno de cuyos cuadrados cubre unos 50 kilómetros, con una escala aproximada de 1:4.500.000.
Por último, surge la pregunta de cómo llegaron a adquirir los chinos un conocimiento tan detallado del sistema fluvial y de las costas de su país en pleno medievo, pues aunque acababan de inventar la brújula y contaban con gran cantidad de información geográfica acumulada a lo largo de los siglos, no está claro cómo pudieron precisar las longitudes correspondientes a una superficie tan extensa, salvo como consecuencia de un gran proyecto geográfico que conllevase muchos años e ingentes medios.
El hecho de que la estela grabada pueda ser usada para calcar el mapa sobre papel ha llevado a especular sobre la posibilidad de que fuese utilizado para imprimir copias cientos de años antes de que se inventara la imprenta en Europa. No obstante, no se han encontrado restos de tinta en el mapa y en la parte trasera de la estela hay grabado otro mapa de peor calidad, por lo que semejante uso resulta dudoso. Por su parte, y en la línea heterodoxa que siempre le caracterizó, en 1966 el profesor Charles Hapgood sugirió en su clásico libro Mapas de los antiguos reyes del mar que el Yu Ji Tu es en realidad una copia medieval de un mapa llevado a cabo hace miles de años por una civilización desaparecida mediante el empleo de instrumento avanzados y trigonometría esférica, algo de lo que no existe ningún indicio más allá de las propias especulaciones del profesor.

Más plausible parece la teoría de que el mapa pudo ser encargado por miembros de la dinastía Song, que gobernaba el imperio en la época en la que se grabó la estela, con objeto de mostrar la prosperidad que podría conllevar una China unificada, por supuesto bajo su mando. No en vano, unos años antes de la fecha más aceptada para la grabación del mapa, 1.137, los Song habían perdido el control sobre el norte del país, aunque hay indicios de que el mapa podría ser copia de uno algo anterior. También se ha sugerido que el Yu Ji Tu pudo haber sido utilizado para enseñar a los estudiantes la localización de los lugares descritos en el Yu Gong, parte de un clásico de la literatura china.

Para aquellos que sintáis curiosidad, el que en palabras del historiador de la ciencia china Joseph Needham es “la obra cartográfica más extraordinaria de su época en cualquier cultura”, se encuentra actualmente en el museo de estelas y esculturas de piedra de Xi’an, la ciudad que se levanta sobre las ruinas de Chang’an, la antigua capital del celeste imperio, cerca de la cual fue encontrado el célebre ejército de terracota.
 
¡Hasta la semana que viene!

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