lunes, 8 de abril de 2013

¿Es cierta la historia de Arquímedes y los espejos?

 

¿Es cierta la historia de Arquímedes y los espejos?


Vamos a inaugurar este blog con un debate situado en la antigüedad.

Además del famoso “Eureka”, la anécdota más difundida de la vida de Arquímedes es la supuesta utilización de espejos ustorios para incendiar las naves romanas durante el asedio de Siracusa. Y digo “supuesta” porque a lo largo de los siglos ha existido un encendido debate acerca de si fue real o no.

A favor del sí se encuentra la evidencia proporcionada por muchos experimentos en el sentido de que es perfectamente posible quemar objetos grandes de madera concentrando sobre ellos la luz del sol, ya sea mediante espejos o por otros medios. También el hecho de que la anécdota fuese mencionada por escritores del mundo clásico de la talla de Galeno o Luciano de Samosata, o que el sabio Teón de Alejandría se refiriese a una obra de Arquímedes, ahora perdida, que trataba sobre los espejos.

Sin embargo, hay argumentos de peso a favor del no. Por ejemplo, resulta llamativo que las primeras referencias conocidas al asunto sean del siglo II, más de 300 años después del sitio de Siracusa. Además, los mejores historiadores romanos no lo mencionan, ni siquiera Polibio, quien nació tan solo unos años después del evento. Por su parte, Plutarco, en su crónica del conflicto, describe con detalle los artilugios utilizados por Arquímedes en la defensa de la ciudad, incluyendo postes, pesos, “manos de hierro” y “picos de grulla”, pero no habla de ningún espejo.

Además, los experimentos llevados a cabo apuntan hacia la necesidad de que el objetivo se mantenga quieto en una situación de cielo despejado. Aunque lo segundo no es raro en Sicilia, es muy improbable que los romanos anclasen sus barcos, por no mencionar el balanceo normal de los mismos en el agua. De igual modo, es poco probable que un líder consumado como era el cónsul Marcelo concentrase en el llamado “Puerto Grande” de Siracusa un número de quinquerremes que restringiese mucho su movilidad, ya que los militares romanos de la época habían estudiado el desastre que habían sufrido los atenienses en ese mismo lugar un par de centurias atrás. Por último, el lanzamiento de proyectiles en llamas parece un método mucho más simple de incendiar los barcos que se acercasen a las murallas.

Si bien existen documentos que demuestran que, al menos desde principios de la Edad Media, los ingenieros bizantinos habían trabajado a nivel teórico en un sistema defensivo formado por espejos, no existen pruebas de que éste fuese llevado a la práctica y, en cualquier caso, entre estos ingenieros y Arquímedes hay un abismo temporal de casi ocho siglos.

De modo que, ¿utilizó verdaderamente Arquímedes un sistema de espejos para incendiar las naves romanas, o se trata de una leyenda inventada con posterioridad?

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