El grabado de la página 494 del Chronicon
El extraño grabado de un cometa renacentista
En 1557, el humanista alsaciano Conrad Lycosthenes publicaba
su Prodigiorum ac ostentorum chronicon(*),
uno de los libros de maravillas más famosos de todo el Renacimiento.
Demostrando un conocimiento enciclopédico sobre todo tipo de curiosidades,
Lycosthenes ilustró su obra con infinidad de hermosos grabados, que se
extienden a lo largo de un texto repleto de prodigios, donde seres monstruosos
se dan la mano con supuestos sucesos extraordinarios acaecidos desde la
antigüedad. Entre ellos, se cuentan numerosos fenómenos en el cielo, incluyendo
cometas, soles dobles o triples, eclipses, parhelios, cruces luminosas,
columnas de fuego, e incluso “batallas” entre ejércitos de las nubes. Lycosthenes
consultaba todas las fuentes disponibles, ya fuesen las Sagradas Escrituras o
los panfletos de la época, y por eso la mayor parte del contenido del libro
carece de credibilidad.
De entre todos los sucesos descritos en el libro, quizá el más curioso sea el que
aparece en la página 494, en la que se relata como en Arabia, en 1479, se pudo
observar “un cometa en forma de haz
agudísimo, y como con diversos puntos distintos”, en el que podía verse “una guadaña”. La peculiaridad no está
tanto en el texto en latín como en el grabado que lo acompaña, que muestra un
extraño objeto parecido a la punta de un cohete o a un proyectil dividido en
dos mitades, con la parte inferior sombreada y cubierta de pequeños círculos,
además de la “guadaña”. Así, el cometa tiene toda la pinta de un objeto
artificial, en lo que constituye una representación única y muy alejada de la
que el autor utiliza habitualmente en el resto del libro para describir este
tipo de fenómenos, que siempre son dibujados como estrellas con la típica cola
o, en su defecto, como bolas llameantes.
¿Es el extraño grabado de la página 494 del Chronicon la representación de una nave
aérea en pleno siglo XVI, tal y como muchos partidarios de que nos han visitado los extraterrestres sugieren? Casi seguro que no. Tal y como el propio escritor afirma, la
imagen representa tan solo un cometa (o quizá un meteorito), por lo que la
semejanza con un cohete o un proyectil no sería más que otra paraeidolia.
Además, se trata de un libro que está atiborrado de sucesos distorsionados o
simplemente inexistentes. En la época en la que vivió Lycosthenes, Europa
seguía siendo un lugar dominado por la superstición, en el que las noticias de
los nuevos descubrimientos geográficos, adornados con la descripción de lugares
maravillosos y animales fabulosos hacían que se disparase la imaginación de la
gente. Los editores renacentistas, que lo sabían perfectamente, aprovechaban
las nuevas técnicas de impresión para ilustrar los textos con figuras espectaculares
de seres imposibles y señales prodigiosas, que invariablemente iban seguidas de
calamidades expuestas con todo lujo de detalles.
Entonces, ¿hubo, o no, algo inusual en los cielos de
Arabia en 1479? Es difícil de decir, sobre todo teniendo en cuenta que el texto
señala una supuesta observación que habría tenido lugar casi cien años antes de
la edición del libro y a miles de kilómetros de distancia. Además, no se conserva
ninguna referencia independiente de este fenómeno, por lo que resulta imposible
comprobar qué parte del dibujo representa la descripción que pudiesen haber
proporcionado los testigos y qué parte es de la propia cosecha del autor. Por
este motivo, el “cohete de Lycosthenes” ha quedado, tal vez para siempre, como
un curioso ejemplo de la imaginación de las gentes del Renacimiento a la hora
de representar lo que con toda probabilidad no sea más que un simple cometa.
¡Hasta la semana que viene!
(*) Lykosthenes, K.: Prodigiorum ac ostentorum chronicon quae
praeter naturae ordinem, motum, et operationem, et in superioribus & his
inferioribus mundi regionibus, ab exordio mundi usque ad haec nostra tempora,
acciderunt. Ed. H. Petrl. Basilea, 1557.
Nota- Una adaptación de este artículo aparecerá en el texto del próximo libro del autor: "Los vikingos de Marte y otras historias sobre la búsqueda de vida extraterrestre".
Nota- Una adaptación de este artículo aparecerá en el texto del próximo libro del autor: "Los vikingos de Marte y otras historias sobre la búsqueda de vida extraterrestre".
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