Imagen de los muros vitrificados
Las extrañas fortalezas vitrificadas
Entre los años 700 y 300 antes de nuestra era fueron construidos en Escocia
un gran número de fuertes, muchos de ellos en lo alto de colinas, con muros
hechos de piedras apiladas sin mortero. Hasta aquí, nada extraordinario. Sin
embargo, la impresión cambia por completo cuando un examen detenido revela que muchas
de las piedras que constituyen los muros están fundidas entre ellas, con zonas convertidas en una especie de
asfalto o vidrio, donde los restos de lo que sin duda fueron burbujas de aire y
gotas de roca fundida dan fe de que las piedras fueron sometidas a temperaturas
que dieron lugar a un proceso de vitrificación. Durante los últimos 3 siglos,
los arqueólogos han tratado de dar respuesta a los interrogantes que suscitan
las murallas de las antiguas fortalezas escocesas. ¿Quién las
construyó? ¿Cómo consiguieron vitrificar la piedra?
La datación de los fuertes los sitúa en mitad de la Edad del Hierro
británica, una época en la que los métodos de fundición de los metales, que
requieren altas temperaturas, ya eran bien conocidos. Por tanto, las tecnologías
básicas para provocar la vitrificación estaban sin duda disponibles. Además,
con posterioridad se han encontrado fortalezas de aspecto similar datadas en la
Edad Media e incluso algunas en otras partes de Europa. Experimentos realizados
en los años 30 del siglo pasado han demostrado que la base de murallas
confeccionadas siguiendo el modelo de la antigüedad presenta vitrificación cuando
se queman madera y arbustos a su alrededor durante varias horas. Bajo el influjo del
fuego, la roca se funde parcialmente al alcanzar temperaturas de hasta 1200 ºC. No obstante, ninguno de los experimentos llevados a cabo hasta la
fecha ha conseguido reproducir con exactitud el modelo y pautas de vitrificación
que muestran los fuertes escoceses, por lo que siguen sin conocerse los
detalles del procedimiento utilizado.
Algunos investigadores han propuesto la utilización de algo parecido al
famoso “fuego griego” para provocar el proceso, pero no hay indicio alguno de
que se utilizasen hidrocarburos (*) en Escocia en aquella época y, tal
como hemos visto, había disponibles tecnologías más sencillas y seguramente más
eficaces para fundir la roca. Por su parte, medios pseudocientíficos llevan
décadas afirmando que los fuertes se fundieron como consecuencia de
explosiones atómicas, cuando lo cierto es que no se han encontrado en la zona niveles de radiación superiores
a los normales ni las rocas vitrificadas (que tampoco son todas) muestran en
su composición o su forma las señales de haber sido sometidas a temperaturas
miles de veces superiores a las necesarias para desencadenar la vitrificación.
Por tanto, aunque todavía desconocemos el procedimiento exacto que
utilizaron, no parece haber ningún misterio en cuanto a la tecnología empleada por
los antiguos habitantes de Escocia. Por el
contrario, el verdadero enigma que se esconde detrás de estas murallas es el
motivo por el que se vitrificaron los fuertes. Podría pensarse que las murallas se quemaron como consecuencia de un
ataque, pero la vitrificación no las rompió ni las hizo más fáciles de escalar,
por lo que no parece que fuese de ninguna utilidad para un supuesto atacante. Tampoco
pueden ser consecuencia de incendios fortuitos, porque casi todas las
fortalezas están localizadas en un espacio limitado, lo que parece delatar un
esfuerzo premeditado para vitrificarlas. Además, se han encontrado evidencias
de que, al menos en algunos casos, la vitrificación se produjo desde el
interior, probablemente durante la construcción de los muros. Sin
embargo, el tratamiento tampoco hace a las murallas más fuertes o más difíciles
de superar, por lo que la auténtica razón de haberlas sometido a este proceso
continúa siendo un misterio. Se ha propuesto que pudo tratarse de una práctica
ceremonial, o incluso del intento deliberado de destruirlas una vez
conquistadas, pero no se han presentado pruebas de ello.
¿Hay algo que se nos escapa en las enigmáticas fortalezas vitrificadas de
Escocia? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, si viajáis a este país no dejéis de
visitarlas.
¡Hasta la semana que viene!
(*) Aunque fundamentalmente utilizado por los bizantinos en la Edad Media, hay indicios de que los antiguos atenienses pudieron emplear algo parecido al "fuego griego", una mezcla de hidrocarburos probablemente procedente de pozos naturales de Oriente Medio. La gran distancia a la que se encuentra Escocia hace poco probable que se produjese una transferencia de esta tecnología.